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Voto de Maldito Bastardo:
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Animación. Aventuras. Infantil
En una aldea africana asolada por la bruja Karaba, que ha extendido un maleficio y que, según cuenta, se ha comido a los habitantes del poblado, nace Kirikou. El valiente niño decide enfrentarse a la bruja para salvar a su gente, pero en vez de la violencia decide usar la astucia y el saber. (FILMAFFINITY)
11 de abril de 2007
44 de 77 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los niños no suelen fijarse en esos pequeños detalles que desprenden muchos cuentos: si Alicia se metía chutes de absenta en vena para traspasar la barrera que le separaba del País de las Maravillas o si Blancanieves era una explotadora de enanitos creando la primera PYME no legalizada del cuento infantil.
“Kirikú y la bruja” debe ser un cuento bueno porque tiene mucho que rascar.
Para empezar comienza con el primer parto indoloro y natural de la historia de los cuentos, que supone el nacimiento del niño más preguntón y con más salidas, con permiso del irrepetible Petete y su libro gordo para liarse unos buenos porros, que nos ha deparado la animación infantil. Mención especial para el creíble vestuario de una tribu africana: los niños en bolas y las damas enseñando sus pechos firmes o caídos dependiendo de la edad.
Y alguno dirá que es una película para niños. ¡No! ¡Nunca! ¡Jamás! “Kirikú y la bruja” contiene momentos dignos de análisis que merece la pena rescatar:
“Kirikú y la bruja” debe ser un cuento bueno porque tiene mucho que rascar.
Para empezar comienza con el primer parto indoloro y natural de la historia de los cuentos, que supone el nacimiento del niño más preguntón y con más salidas, con permiso del irrepetible Petete y su libro gordo para liarse unos buenos porros, que nos ha deparado la animación infantil. Mención especial para el creíble vestuario de una tribu africana: los niños en bolas y las damas enseñando sus pechos firmes o caídos dependiendo de la edad.
Y alguno dirá que es una película para niños. ¡No! ¡Nunca! ¡Jamás! “Kirikú y la bruja” contiene momentos dignos de análisis que merece la pena rescatar:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
• La bruja y la ‘clavada’ de la espina. Momento irrepetible que rememora una violación ‘diabólica’. A la bruja unos hombres le clavaron la ‘espina’: “Ella supo lo que era ese sufrimiento atroz cuando unos hombres la sujetaron mientras otro le clavaba la espina”.
Y la verdad se la clavaron la mar de bien porque no hay dios que se la quite. Aparte de ese odio que arrastra desde ese momento por los hombres y que hace que los convierta en meros objetos para perpetrar su venganza. Incluso ha conseguido que circule el rumor que los devora… y se come todo.
• El mejor momento de la cinta es una de las secuencias finales siguiendo la tradición de los cuentos infantiles. Kirikú libera a la bruja Karabá de su clavada de espina y le pide el matrimonio. No sé porqué se levantó tanta polémica con “Reencarnación” (2004) y el famoso baño si aquí hay hasta un beso en la boca con un menor en un momento profeminista (no quiero matrimonio que me pones a fregar).
Lo mejor es la mirada perdida de la bruja observando cómo 2 cms. se han convertido en 22 por arte de ‘magia’. Pero el diálogo posterior con abrazo incluido y refriega de cebolleta es aún insuperable:
- La gente del poblado no se lo creerá. [¿La transformación de Kirikú en Mandingo?]
- No vayamos enseguida al poblado. [¿Por qué? ¿Qué quieren hacer?]
- NO, que bien se está… [Sin comentarios]
En fin, que aparte de mensajes como el poder de la información gracias al aislamiento de la población, el miedo para controlar a las masas y la inoperancia de los eruditos que no hacen nada hasta que el problema está resuelto, “Kirikú y la bruja” supone una de las escasas películas infantiles realizadas en la actualidad a tener en cuenta, con o sin clavada de espina.
Y la verdad se la clavaron la mar de bien porque no hay dios que se la quite. Aparte de ese odio que arrastra desde ese momento por los hombres y que hace que los convierta en meros objetos para perpetrar su venganza. Incluso ha conseguido que circule el rumor que los devora… y se come todo.
• El mejor momento de la cinta es una de las secuencias finales siguiendo la tradición de los cuentos infantiles. Kirikú libera a la bruja Karabá de su clavada de espina y le pide el matrimonio. No sé porqué se levantó tanta polémica con “Reencarnación” (2004) y el famoso baño si aquí hay hasta un beso en la boca con un menor en un momento profeminista (no quiero matrimonio que me pones a fregar).
Lo mejor es la mirada perdida de la bruja observando cómo 2 cms. se han convertido en 22 por arte de ‘magia’. Pero el diálogo posterior con abrazo incluido y refriega de cebolleta es aún insuperable:
- La gente del poblado no se lo creerá. [¿La transformación de Kirikú en Mandingo?]
- No vayamos enseguida al poblado. [¿Por qué? ¿Qué quieren hacer?]
- NO, que bien se está… [Sin comentarios]
En fin, que aparte de mensajes como el poder de la información gracias al aislamiento de la población, el miedo para controlar a las masas y la inoperancia de los eruditos que no hacen nada hasta que el problema está resuelto, “Kirikú y la bruja” supone una de las escasas películas infantiles realizadas en la actualidad a tener en cuenta, con o sin clavada de espina.