Media votos
4.9
Votos
10,137
Críticas
2,181
Listas
294
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
- Sus redes sociales
-
Compartir su perfil
Voto de Maldito Bastardo:
7
6.9
15,689
Drama. Romance
Varias personas se cruzan de forma azarosa e incluso peligrosa en los parques, piscinas y calles de su barrio. Una madre aburrida (Kate Winslet) se hace amiga de Brad (Patrick Wilson), un hombre que se ocupa de la casa y de su hijo mientras su mujer (Connelly) trabaja. Larry (Noah Emmerich), un amigo de Brad, empieza a inquietarse por la presencia en las calles de un pedófilo recién salido de la cárcel (Haley). (FILMAFFINITY)
29 de enero de 2007
129 de 169 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo reconozco, me he columpiado con mis previsiones de los Oscars de este año pensando (inocente de mi) en la tónica habitual, es decir, que la academia preferiría “Banderas de nuestros padres” a “Cartas desde Iwo Jima”, que descartaría a la estupenda “Pequeña Miss Sunshine” por “Dreamgirls” y que “Volver” le pondría las cosas más difíciles a “El laberinto del fauno”; aunque ese descarte huele a premio seguro para el de Del Toro y preferido de la prensa americana, convirtiéndose automáticamente en una lluvia de votos para Penélope Cruz debido al favoritismo de la academia por el manchego y que le ponga las cosas más complicadas a Helen Mirren, que ha ganado TODO este año.
Parece que los Oscars se han convertido en un escaparate de la crítica americana, aunque sigue obviando “otro” tipo de cine más arriesgado, ese que arrasa en festivales europeos y que no tiene tanta cabida entre las distribuidoras, cuyas campañas de marketing deciden unos premios que pretenden airear el adjetivo “devaluados”; aunque en un año en el que las buenas películas se pueden contar con los dedos “vivos” de un personaje de una de yakuzas y donde la crítica de EEUU ha tenido que recurrir al “atrasado” estreno de “El ejército de las sombras” (ha encabezado prácticamente más veces la mayoría de las listas) para dar algo de heterogeneidad a un reducido grupo de títulos.
Por supuesto, todos esos filmes han recibido sus merecidas nominaciones y “Juegos secretos”, con buenas críticas y entre las favoritas de parte de la prensa, ha pescado tres (guión adaptado y a las interpretaciones de Kate Winslet y Jackie Earle Haley). Y es que esas nominaciones denotan que el segundo largometraje de Todd Field es un filme de guión y actores.
Aunque lo mejor de “Juegos secretos” es su trailer, uno de los mejores del año, construido sobre las imágenes, los silencios, la banda sonora y el choque de dos trenes, que avecinan que no es un filme para masas. Su duración puede dar más pistas.
Lo que queda claro es que desde su inicio, con ese narrador en forma de voz en off fría y ronca de Will Lyman (que también pone su voz a bastantes documentales), Field va a diseccionar a los personajes como si de un antropólogo de emociones se tratase. Ya lo hizo en su anterior y estupenda “En la habitación”, aunque también puede recordar en bastantes aspectos a “Mi tío de América”, donde Resnais relacionaba las relaciones humanas con el comportamiento animal y diversos experimentos, que ahora se han convertido en “juegos” que hacen que los protagonistas interactúen y desencadenen los acontecimientos, como si se tratase de un malabarismo narrativo con reminiscencias de Altman.
Más emparentada con “Happiness” que con “American beauty”, “Juegos secretos” es el retrato de una sociedad hipócrita e inmadura donde pagan justos por pecadores y éstos últimos, los que no esconden sus emociones, son condenados y castigados irónicamente a lo Madame Bovary.
Parece que los Oscars se han convertido en un escaparate de la crítica americana, aunque sigue obviando “otro” tipo de cine más arriesgado, ese que arrasa en festivales europeos y que no tiene tanta cabida entre las distribuidoras, cuyas campañas de marketing deciden unos premios que pretenden airear el adjetivo “devaluados”; aunque en un año en el que las buenas películas se pueden contar con los dedos “vivos” de un personaje de una de yakuzas y donde la crítica de EEUU ha tenido que recurrir al “atrasado” estreno de “El ejército de las sombras” (ha encabezado prácticamente más veces la mayoría de las listas) para dar algo de heterogeneidad a un reducido grupo de títulos.
Por supuesto, todos esos filmes han recibido sus merecidas nominaciones y “Juegos secretos”, con buenas críticas y entre las favoritas de parte de la prensa, ha pescado tres (guión adaptado y a las interpretaciones de Kate Winslet y Jackie Earle Haley). Y es que esas nominaciones denotan que el segundo largometraje de Todd Field es un filme de guión y actores.
Aunque lo mejor de “Juegos secretos” es su trailer, uno de los mejores del año, construido sobre las imágenes, los silencios, la banda sonora y el choque de dos trenes, que avecinan que no es un filme para masas. Su duración puede dar más pistas.
Lo que queda claro es que desde su inicio, con ese narrador en forma de voz en off fría y ronca de Will Lyman (que también pone su voz a bastantes documentales), Field va a diseccionar a los personajes como si de un antropólogo de emociones se tratase. Ya lo hizo en su anterior y estupenda “En la habitación”, aunque también puede recordar en bastantes aspectos a “Mi tío de América”, donde Resnais relacionaba las relaciones humanas con el comportamiento animal y diversos experimentos, que ahora se han convertido en “juegos” que hacen que los protagonistas interactúen y desencadenen los acontecimientos, como si se tratase de un malabarismo narrativo con reminiscencias de Altman.
Más emparentada con “Happiness” que con “American beauty”, “Juegos secretos” es el retrato de una sociedad hipócrita e inmadura donde pagan justos por pecadores y éstos últimos, los que no esconden sus emociones, son condenados y castigados irónicamente a lo Madame Bovary.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Todos los elementos son colocados muy acertadamente en el guión y bien manejados de cara al desenlace:
- Brad y su fascinación por ver a esos chicos practicando skateboard.
- La relación entre las historias de Sarah y Madame Bovary.
- La dependencia entre Ronnie y su madre, el catalizador de parte de la narración.
- Las diferencias sociales entre “perversiones” y/o “crímenes”.
- La hipocresía del policía que quiere hacer la vida imposible a Ronnie pero esconde un turbio pasado.
- La estupenda secuencia en el coche cuando la chica (Jane Adams, que también era una de las protagonistas de “Happiness”) le dice a Ronnie, el pervertido, que ella lo que quiere es un chico normal y que él parece una buena persona. Cuando se gira observa que Ronnie se está masturbando y le amenaza de muerte si se lo cuenta a alguien.
- O cuando Ronnie abre y lee la carta póstuma de su madre pidiéndole que sea un buen chico.
Y así podría continuar recordando los múltiples aciertos de un asombroso guión que esperemos sea recompensado si William Monahan lo permite.
- Brad y su fascinación por ver a esos chicos practicando skateboard.
- La relación entre las historias de Sarah y Madame Bovary.
- La dependencia entre Ronnie y su madre, el catalizador de parte de la narración.
- Las diferencias sociales entre “perversiones” y/o “crímenes”.
- La hipocresía del policía que quiere hacer la vida imposible a Ronnie pero esconde un turbio pasado.
- La estupenda secuencia en el coche cuando la chica (Jane Adams, que también era una de las protagonistas de “Happiness”) le dice a Ronnie, el pervertido, que ella lo que quiere es un chico normal y que él parece una buena persona. Cuando se gira observa que Ronnie se está masturbando y le amenaza de muerte si se lo cuenta a alguien.
- O cuando Ronnie abre y lee la carta póstuma de su madre pidiéndole que sea un buen chico.
Y así podría continuar recordando los múltiples aciertos de un asombroso guión que esperemos sea recompensado si William Monahan lo permite.