...Sheridan emigró con su propia familia a EEUU desde su Irlanda y vivió en condiciones bastante parecidas a las de los personajes del film, y hay referencias claras a esa época como el vecino negro que se convirtió en amigo de la familia y acabó falleciendo, el robo del aire acondicionado, las penurias económicas, el nacimiento de una hija prematura, alguien desconocido que paga la factura del hospital, el intento de ganarse el respeto y la admiración delante de su hija al intentar ganar un muñeco en la feria, aunque según el propio Sheridan él finalmente no lo ganó. Sheridan también sufrió la perdida de su hermano, Frankie, a quién dedica esta película y que murió con sólo 11 años a causa de un tumor. Sheridan tenía 17 años.

En la elaboración del guión ayudaron a Sheridan sus dos hijas, teniendo que rememorar momentos duros y a la vez felices que vivieron juntos en los primeros años en EEUU.

A destacar las interpretaciones de la magnífica Samantha Morton, de Paddy Considine y en especial de Sarah Bolger y Ema Bolger (hermanas en la vida real) y que según el propio Sheridan explicó en las entrevistas de presentación del film, le dejaron asombrado de principio a fin y se convirtieron rápidamente en sus mejores ayudantes durante el rodaje.

Quizás no se trate de una obra maestra, quizás no lo sea pero si es una obra llena de honestidad, y con el sello propio de Sheridan, siempre emocionante pero sin excesos. Su estilo como sabemos se aproxima también al de otros grandes directores como Ken Loach o Mike Leigh, todos ellos interesados por encima de todo en las emociones humanas y las historias de vida. Gracias Sheridan.