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Voto de Jmpg2012:
7
6.0
3,927
Comedia. Western
El avaricioso gobernador Lepetomane (Mel Brooks) y su malvado ayudante Hedley Lamarr quieren que los habitantes de Rock Ridge abandonen la ciudad, para vender los terrenos a una compañía de ferrocarril. Para facilitar sus maquiavélicos planes, nombran sheriff a Bart, un negro condenado a la horca, para que fomente el desorden y la anarquía en la ciudad... (FILMAFFINITY)
14 de diciembre de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Toda la filmografía de los hermanos Marx es una parodia de los géneros en boga en aquellos años. Mel Brooks hizo lo propio, pero en color. Con Sillas de montar calientes comienza su filmografía como parodiador oficial de convenciones cinematográficas. Luego vino Leslie Nielsen. En la actualidad las Scary movies y demás franquicias de parodias llenan las carteleras, quizá porque después de más de un siglo de películas es el momento histórico en que más llenos de convenciones están los géneros. El terror, los thrillers, películas románticas, ciencia ficción, etc. Y no hay parodia sin género.
Dicen que es la primera película que tiene el dudoso récord de contener la primera escena coral de pedos producida por una major, un gran estudio. Warner Bros quería quitar esa escatología y algunas otras escenas. Brooks tenía el corte final y sólo consintió en quitar un gag. La chica de salón, completamente a oscuras seduce al protagonista negro, bien dotado, que le dice:
-Eso que estás chupando es mi brazo.
No lo veréis en el filme. Tampoco veréis a Richard Pryor, que aunque fue coguionista y propuesto para protagonizar el film, el estudio consideró que estaba demasiado pasado por su abuso de drogas y rechazó al actor.
Dicen que es la primera película que tiene el dudoso récord de contener la primera escena coral de pedos producida por una major, un gran estudio. Warner Bros quería quitar esa escatología y algunas otras escenas. Brooks tenía el corte final y sólo consintió en quitar un gag. La chica de salón, completamente a oscuras seduce al protagonista negro, bien dotado, que le dice:
-Eso que estás chupando es mi brazo.
No lo veréis en el filme. Tampoco veréis a Richard Pryor, que aunque fue coguionista y propuesto para protagonizar el film, el estudio consideró que estaba demasiado pasado por su abuso de drogas y rechazó al actor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Sillas de montar calientes, traducción casi literal del título inglés, es una hábil parodia que juega a desmontar el artificio hasta sus últimas consecuencias. Ese loco final no se les hubiera ocurrido ni a los hermanos Marx. Cine dentro del cine, que continua fuera y dentro de la pantalla en la que se estrena la propia película. Una locura. El malo de la película coge un “taxi” y da la dirección al conductor:
-Sáqueme de esta película.
No se puede ir más lejos.
El tiempo la ha conservado bastante bien e incluso, aunque empieza floja y parodia un género ya marginal, te engancha con ese epílogo largo y surrealista y contagiado de una vorágine loca.
-Sáqueme de esta película.
No se puede ir más lejos.
El tiempo la ha conservado bastante bien e incluso, aunque empieza floja y parodia un género ya marginal, te engancha con ese epílogo largo y surrealista y contagiado de una vorágine loca.