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España España · Oviedo
Voto de Gould:
3
Drama Un sacerdote y una prostituta se conocen durante la Guerra Civil Española (1936-1939), y su relación contribuye a despertar en ambos los fantasmas del pasado. (FILMAFFINITY)
24 de junio de 2018
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deficiente coproducción italo-americana con guion y dirección del mediocre Nunnally Johnsson sobre la Guerra civil española –aunque sea difícil reconocer algo en ella- con un teórico buen plantel de actores -Ava Gardner, Dirk Bogarde, Joseph Cotten, Vittorio de Sica- miserablemente desaprovechado.

Narrada a través del relato en flashback del aguerrido periodista Joseph Cotten, la película es una apoteosis del cine epidérmico y superficial. Argumentalmente no se sostiene en ningún momento, con su difícilmente digerible mezcla de cine de guerra y cine religioso, en una confusa mixtura sin interés -y bastante bochornosa desde el punto de vista histórico: la lista de errores sería interminable, así que me la ahorro-, a través de un argumento vergonzante que mezcla con impudicia y suprema ignorancia a soldados de la República con el POUM, comunistas, socialistas y una especie de revolucionarios de aire sudamericano, salidos de un ejército de Pancho Villa. Justo es reconocer, al menos, que trata de ser razonablemente imparcial con respecto a la violencia, torturas y ejecuciones indiscriminadas practicada por ambos bandos, pero ello parece ser más fruto de la casualidad que de una elección previa.

El capítulo de actores merece comentario aparte: Ava Gardner pasa sin pena ni gloria; De Sica está ridículo en su papel de oficial republicano como si no pudiese desprendierse aún de su papel de general Della Rovere en la película de Rossellini realizada un año antes; y, como postre, el parche de Joseph Cotten como periodista bregado, que solo incita a la risa. Qué duda cabe que lo mejor de la película es el papel y la actuación de Dirk Bogarde como descreído sacerdote, algo unamuniano, suerte de cura obrero que ejemplificaba las nuevas modas del anunciado Concilio Vaticano II a punto de celebrase en Roma. Salvo el placer de disfrutar de su trabajo, es una pesadota y aburrida producción, llena de despropósitos y completamente irrelevante.
Gould
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