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Voto de Archilupo:
7
Drama. Comedia. Romance François, un joven estudiante que trabaja de noche, sospecha que su novia, Anne, se está viendo con otro hombre. A partir de ese momento empieza a seguir al "supuesto" amante, un aviador al que encuentra con otra mujer. Durante su espionaje, François conoce a una joven que le ayudará a encontrar una explicación a esta confusa situación. Amor y celos de juventud dominan esta primera película de la serie de "Comedias y proverbios" de Rohmer. (FILMAFFINITY) [+]
7 de febrero de 2009
50 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de dos sofisticadas producciones históricas (“La marquesa de O” y “Perceval le Gallois”), Rohmer vuelve a la esencia minimalista de los ‘Cuentos morales’ para abrir un nuevo ciclo: ‘Comedias y proverbios’.
Busca una más radical simplificación de su cine, empezando por la producción: presupuesto ínfimo; rodaje en dos meses, con interiores y exteriores naturales y apenas iluminación; muchas tomas en calles y parques, en 16 mm luego ampliados a 35 mm para conseguir grano, textura recia y primaria; unos pocos actores desconocidos, sin figurantes (numerosos transeúntes miran a cámara con curiosidad).

Rohmer parte de un relato propio (escrito en 1946, convertido en guión en 1980) que comparte parcialmente el esquema de los cuentos morales: un hombre vinculado a una mujer conoce a una segunda, cuyo trato le reconducirá a la primera.

La comprimida acción transcurre entre las 06:00 y la 19:45 de un solo día. El título original era “Un jour exceptionnel” y se cambió sobre la marcha. La mujer del aviador es un personaje misterioso sobre el que nunca hay certeza, lo que provoca equívocos y conjeturas en los tres personajes principales.

-Anne, secretaria de 25 años, hace equilibrios entre independencia y soledad, y vive en una minúscula buhardilla parisina. Allí recibe temprano la visita de un piloto, antiguo amante que ahora va a ocuparse exclusivamente de su esposa, embarazada (Marie Rivière se reveló con el papel, antes de protagonizar “El rayo verde”).
-François (Phillipe Marlaud), de 20, estudiante de leyes y empleado nocturno de Correos, novio de Anne. Cuando ve a los anteriores salir del portal imagina celosamente citas clandestinas.
-Lucie (una radiante Anne-Laure Meury), de 15, dicharachera alumna de alemán en quien François encuentra cómplice durante el seguimiento detectivesco del piloto por autobuses y parques. Al confiarle él sus temores, ella lanza hipótesis y le ayuda a entender qué está ocurriendo, si bien evita hábilmente las confidencias acerca de sí misma.

Conforme avanza el día, la incertidumbre de cada uno ante el porvenir de las mutuas relaciones gira en torno a la incógnita encarnada por la mujer del aviador; incógnita sobre su identidad y sobre su existencia misma, “macguffin” manejado con soltura por el astuto Rohmer quien, con criterio esta vez más musical que pictórico, mide al segundo la duración de los planos, el ritmo de los contraplanos o la distancia de la cámara. Captura así, con lenguaje delicado y diáfano, un tramo de vida y las múltiples perspectivas que los personajes adoptan al vivirla. La relatividad que se desprende del conjunto no permite conclusiones, y menos aún con las sorpresas que Rohmer introduce al final para eludir un cierre empobrecedor y recomenzar, activando ecos sueltos.
Son admirables renuncias de un autor que se desprende de lo conseguido para continuar con más libertad de movimientos su indagación cinematográfica de la vida sentimental.
Archilupo
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