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Burundi Burundi · Lago Tanganiyka
Voto de Entwistle:
8
7.7
3,470
Documental Documental que descubre la fascinante y terrible historia del cantautor norteamericano Daniel Johnston. Un genio, compositor, cantante y artista maníaco depresivo a quien las drogas y la enfermedad mental llevan a imaginarios encuentros con el Diablo. Desde muy pequeño Daniel mostró rasgos de su genialidad y creatividad artística a través de sus cómics y grabaciones en Super 8. El documental, sigue al personaje y muestra también cómo se ... [+]
27 de febrero de 2009
26 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy en ascuas, ya que no me ha convencido ponerle una buena nota a este documental. Por un lado lo disfruté como loco, ya que está exquisitamente narrado, y con una tonelada de material de archivo hasta decir basta. Otra cosa, simplemente quedé prendado de la figura de Daniel Johnston. Quizá el caso mas raro de la historia (mito) del rock. Un extraterrestre de visita, que tomó la forma de un niño-hombre como cualquiera del barrio, una creación tan exitosa que logró convertirse en uno de los seres humanos mas reales que se han visto en una película.

Sin embargo, lo que me hace dudar de la calidad del contenido es que los cineastas fracasaron absolutamente en enfocar su mensaje, se les da vuelta la tortilla y nos muestran lo patético e insensible que son los habitantes del maldito “Planeta Rock” y por sobre todo el enfermante país del rock “alternativo” o “indie”. Aclaro que erraron en el mensaje al menos para mí. Ya que me di cuenta de cosas que nunca había pensado con anterioridad.

Como artista, Johnston puede ser considerado como un diamante en bruto. Un tipo que vomitaba buenas ideas compulsivamente, pero que lamentablemente no fue capaz de pulirlas para lograr una verdadera obra. Sus canciones son indicios de una belleza superior, casi beatlesca, pero que solo se quedó allí, ya que con el puro talento no basta, ni por lejos.

Los embajadores del “indie” (y del rock en general) están desesperados por crear iconos, ídolos, dioses falsos. En un acto de absoluta soberbia, endiosan a otros para así endiosarse a ellos mismos. Es así como sin escrúpulos, usaron la figura de Daniel para llenar sus pechos de ego inconmensurable. De paso muchos siguen llenándose los bolsillos a costa de él (periodistas, músicos, sellos discográficos, los propios cineastas). Antes de seguir, enfatizo que me cago en “la creme de la creme del underground neoyorquino” (como lo definen en la cinta) y todo lo que se le parezca a ese aborto inflado de Sonic Youth. En todo caso, cosa de gustos, nada de verdades absolutas.

Discúlpenme, pero Johnston no fue ni será nunca un GENIO. Es mas, nunca se toman la molestia aclarar por que lo consideran como tal. Aunque el germen está presente, basta con escuchar la terriblemente hermosa “Grievances”. Simplemente aborrecí a casi todos los subnormales que salían hablando de “Daniel aquí”, “Daniel allá” con una naturalidad preocupante. Lejos el peor es el periodista hiperactivo que no puede más con su ego al ser el primero en escribir sobre el músico. Se pelean por ser el primero en descubrir su talento. Ni hablar del imbecil de Butthole Surfers, al cual se le atribuye haberlo introducido brevemente en las drogas duras, las cuales fueron el último paso para hundirlo en su enfermedad.
(continúa en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Entwistle
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