Entretenida chorrada que sirvió para dar a conocer a la bellísima Sharon Tate y para lucimiento de la no menos espectacular Claudia Cardinale. Una sátira sobre los años 60 que disparaba a todo lo que se movía: Maridos infieles, musculitos descerebrados, vendedores charlatanes, especulación inmobiliaria... Un retrato divertido de la California sesentera, al que sólo le faltaba la música de los Beach Boys para redondearlo.
Esta película supuso el testamento cinematográfico de Mackendrick, un director que habiendo realizado apenas una decena de películas, supo plasmar de manera magnífica su experiencia vital en la pantalla.
Estadounidense hijo de emigrantes escoceses, tras quedarse huérfano de padre con tan sólo 7 años regresó a Escocia para cuidar de sus abuelos, no volviendo a ver a su madre más. Su posterior infancia solitaria marcaría su visión oscura y malévola de la niñez, retrato que plasmó magníficamente en películas como Viento en las velas, Mandy o Sammy, huida hacia el sur.
El carácter escocés y posteriormente inglés en el que se crió quedaría reflejado en comedias estupendas como Whisky Galore, La bella Maggie, El hombre del traje blanco y la más conocida, El quinteto de la muerte.
En 1955, con una carrera consolidada, volvería a Estados Unidos para realizar Chantaje en Broadway, un retrato afilado (como acostumbraba a hacer) de los trapos sucios del periodismo, labor que ejerció durante la II G.M. trabajando en el ministerio de propaganda británico en Argelia e Italia (fue operador de cámara para Rosellini en "Roma, ciudad abierta").
Sin embargo, sus discrepancias con los productores y el hecho de hacerse profesor en el Instituto de Arte Californiano, precipitaron el final de su carrera.
En sus propias palabras: "No estaba preparado para todos los problemas logísticos y financieros, y las productoras me decían las películas que tenía que hacer. Al final, me di cuenta de que era mucho más feliz dando clases que haciendo películas. En Hollywood descubrí que para hacer películas, tienes que ser un gran negociador. Y yo no sirvo para esto. Me di cuenta de que es un mal negocio."
Mackendrick fue enterrado en el Westwood Village Memorial Park, junto a otros grandes artistas americanos. Este es un humilde homenaje de un seguidor más. Gracias, genio.