Estamos ante la versión hongkonesa del Coloso en Llamas, le podemos sacar algunos defectos tanto el fuego como el humo y algunos efectos más se ve claramente que están hechos por ordenador, pero hoy en día es lo normal.
Estamos ante la típica película de desastres, con moraleja, esto es, los buenos se salvan y los malos se queman. En las situaciones típicas de este género se ve lo mejor y lo peor del ser humano, la película tiene una alta carga sentimental debido a las relaciones familiares de los protagonistas, esto es típico del cine chino.
Los actores están a la altura del guion y aunque no es una obra de arte, cumple con su función, nos mantiene en tensión y no aburre a pesar de los 110 minutos de metraje.
Este film se puede ver en familia en una tarde calurosa de verano.

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