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España España · Ferrol
Voto de Sahar:
6
Intriga. Drama. Terror Tras la muerte de su padre, una joven inglesa comienza a trabajar como institutriz de dos niños huérfanos, Miles, de 11 años, y Flora, de 7, en una bella y lejana isla. El tío y tutor le pide que asuma toda la responsabilidad, pero que nunca lo moleste con los problemas concernientes a los niños. A los pocos días de su llegada, la joven se da cuenta de que en la casa ocurren cosas muy extrañas. (FILMAFFINITY)
23 de noviembre de 2007
23 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 2001 se estrenó esta versión española (aunque anglófona) de la novela de Henry James “Otra vuelta de tuerca”, que me ha apetecido revisar ahora que acabo de ver su más reputada adaptación: “The innocents” de Jack Clayton.

El director mallorquín Antonio Aloy debutaba con esta película, rodada en su tierra y con actores tan conocidos como Lauren Bacall, Harvey Keitel (en una colaboración pequeña pero fundamental) y Sadie Frost en el papel de la reprimida institutriz protagonista.

Hay que reconocerle al menos un gran valor al director para debutar con una historia tan complicada de llevar a la pantalla, por la constante incertidumbre en que se basa.

Aloy se mantiene parcialmente fiel a ese espíritu de indeterminación: nunca se llega a explicar qué ocurrió exactamente en ese pasado supuestamente terrible que al parecer sigue atenazando a esos niños. Pero… termina rompiendo con la agradecida ambigüedad de Henry James y de Jack Clayton en lo tocante a los fantasmas: hay al menos una escena a partir de la cual la existencia real de lo sobrenatural resulta categóricamente clara.

Sadie Frost está correcta, pero naturalmente no resiste la comparación con la descomunal Deborah Kerr.
Lauren Bacall compone un ama de llaves rígida y antipática, muy alejada de la bonachona y temerosa criada de “The innocents”. Y no me ha parecido mal este cambio. Además la Bacall tiene tal presencia y tal mirada que atrapa por completo cada vez que abre la boca para hablar de aquel insondable pasado del que tanto queremos saber, y tan poco se nos dice.

Los niños Ella Jones y Nilo Mur (“Héctor”, “El Calentito”…) están muy, muy bien. Y el erotismo latente entre el chaval y la institutriz aparece aquí más subrayado, aunque siempre dentro de la sutileza y la elegancia. Se dibuja casi una historia de amor.
La música de Ángel Illarramendi, excelente, contribuye a darle a la película ese punto más romántico que gótico.
Sahar
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