No sé por qué mi padre custodiaba entre los rollos super-8 de nuestro particular salón de cine este curioso ejemplar. De pequeño recuerdo divertirme mucho con ella, sobre todo con la particular mezcla de justicia a base de golpes que repartía esta especie de karateka de los bosques acompañado de un clérigo que también repartía lo suyo. A destacar la participación de Victoria Abril. No es un películón, pero tampoco lo pretende. Y hace reir....