Duvivier es uno más de los buenos directores de cine hoy poco frecuentados. Es una pena, porque, dentro de su filmografía, en la que hay de todo, hay también películas muy bien hechas, como esta.
Con una trama no original (¿hay ya alguna?), el guión funciona a la perfección, manteniendo un suspense continuo donde lo previsible no siempre se cumple.
Un blanco y negro muy bien fotografiado. Merece estar entre los mejores noir franceses.
Sobria y correcta la actuación de Hossein. El papel de Sorel es bastante secundario, pero cumple.