Curiosa película de Toshiaki Toyoda, con pocos personajes, menos localizaciones y un guión que podía dar juego: un antisistema refugiado en una cabaña, rodeado de nieve en medio de las montañas, mandando cartas bomba a presidentes de grandes empresa y al que le van visitando sus hermanos, algunos de ellos muerto.

Lo que empieza siendo una interesante película de crítica al sistema económico-social actual en Japón, con un protagonista que quiere reafirmar la libertad del individuo y que tiene una buena ambientación va transformándose más en una cinta de fantasmas y dramas familiares y son precisamente estas apariciones las que hacen que el mensaje pierda fuerza.