Típico thriller de sobremesa televisiva en el que un aburrido hombre de negocios se ve envuelto en una peligrosa trama internacional, mezclado en terribles situaciones con mafiosos y asesinos de las que, incomprensiblemente, sabe zafarse como si de un agente secreto se tratara. El film es de lo más previsible, con un Michael Keaton como protagonista, cuya carrera como actor cae en picado. Lo más destacable en esta película es la interpretación ácida e irónica de Michael Caine, una estrella de cine venida a menos a quien parece que nada le importa en este mundo, hasta que ve amenazada su placentera vida de alcohol y mujeres. Caine demuestra su calidad como gran actor sacando chispas a su corto personaje, logrando arrancar la risa del espectador, pero ni él puede salvar un guión tan lamentable como éste.