A eso se reduce esta "Pathology" del debutante Schoelermann, guionizada por los grandiosos Neveldine y Taylor (que ya nos deleitaron con la todavía más grandiosa "Crank" hace un par de años): Una idea y (poco o) nada más.

Eso sí, la idea resulta cojonudamente buena: Una facultad de medicina donde, entre un pequeño grupo de estudiantes, el juego consiste en asesinar gente usando métodos de lo más atípicos, para que los demás descubran como ha muerto la víctima en cuestión.
Y ahí termina todo. El resto del entramado se reduce a una serie de instantes de relleno donde observamos las fugaces y nada trabajadas relaciones entre los distintos protagonistas, las situaciones que se van dando entre crimen y crimen, el camino que toma cada uno de ellos en su particular senda de destrucción -e, incluso, autodestrucción en algún instante- o las vueltas que da todo para llegar a una conclusión que dejará indiferente a más de uno.

"Pathology", pues, es sólo recomendable si uno gusta de crímenes escabrosos y truculentos donde lo que importa no es el qué, sino el como. Por lo demás, se reduce a un montón de arquetipos mil y una veces vistos (chico con pareja llega a facultad, se hace amigo del pardillo, pero luego llama la atención de los malotes, por lo que termina siendo atraído hacía el "lado oscuro", etc, etc...) y a un conjunto de secuencias tan bien llevadas -dentro de lo que cabe- como totalmente prescindibles en su conjunto.
Ahora sólo toca esperar a "Game", a ver que nos deparan de nuevo estos dos tarambanas surgidos del mundo del videoclip que a tantos sorprendieron con su ópera prima.