Haz click aquí para copiar la URL
España España · Honor al Sabadell!
Voto de Grandine:
3
Acción París 2013. Un muro de aislamiento rodea los ghettos de las ciudades. No hay reglas, ni derechos, ni leyes, pues las bandas lo dominan todo. Damien, un oficial de una unidad de élite de la Policía, es un experto en artes marciales y domina, además, las tecnicas de la infiltración. En un momento dado, le encomiendan la misión más arriesgada de su carrera: una potente arma de destrucción masiva ha sido robada por la banda más poderosa del ... [+]
22 de diciembre de 2009
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luc Besson, el director que maravilló a propios y extraños con un peliculón como "Léon", tuvo la brillante idea hace casi una década de fundar una productora a través de la que dar protagonismo a ese género al que tan atado ha estado durante su carrera, el thriller o la película de acción que él sabía llevar con enorme pulso (con alguna clara excepción), pero que directores de medio pelo como Nahon o el propio Morrel transforman en detritus gracias, en parte, a la colaboración de esos "excelsos" guiones que brinda el propio Besson. Vamos, que se lo podría haber pensado antes de darle cancha a un género que ya nos otorga suficientes bazofias al otro lado del Atlántico.

Pasando a hablar sobre la propia "Distrito 13", cabe decir que el hecho de que empiece una peli y, en apenas diez minutos hayamos visto unas cuantas acrobacias, secuencias de acción desmedidas pero espectaculares y funcionales, y a un pibonazo hacerle comer sus bragas al malote de turno, me hizo presentir que me hallaba ante una de esas tonterías descerebradas, pero con las que pasas un buen rato de risas y amenizantes porretazos.
¿La pega? Que el humor que debería poseer una peli como "Distrito 13" se disipa durante esos 10 minutos.

A partir de ahí, todo se torna rudimentario (incluso las ya mencionadas piruetas y cabriolas, que sólo parecen otra modo de camuflar la incapacidad de Morel por dar un poco de empaque a la acción), y aunque se intenta derivar el guión hacía otros derroteros (como, por ejemplo, con lo que sucede con el personaje de Bibi Naceri), al final termina siendo lo de siempre, pero peor, pues no les basta con machacar el cerebelo del espectador proponiendo soluciones absurdas y momentos ridículos, sino además deciden optar por uno de esos giros que suelen dejar ojiplático al espectador más acomodado, pero que a mi a estas alturas ya me la traen al pairo y lo único que consiguen es cabrearme e irritarme a partes iguales.
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow