"Sangre sobre la tierra" narra la historia de Peter y Kimani, amigos de la infancia y criados en el África Oriental. Sus vidas, su amistad y sus principios se verán alterados cuando el enfrentamiento entre ingleses y nativos los coloque frente a frente en la contienda.
Estamos ante otra película valiente y arriesgada del excelente director Richard Brooks. En esta ocasión, empero, la cosa no funciona demasiado bien. Hay demasiados altos y bajos. La fuerza narrativa es óptima en cuanto a las imágenes, pero no lo es en el desarrollo del guión. Ni es lograda la fotografía ni son buenas las interpretaciones de los dos protagonistas, en especial la de Rock Hudson (raro cuando dos años antes había estado magistral en "Gigante"). Poitier, como la película, combina momentos memorables con otros de escaso nivel. Las secundarias Dana Wynter y Wendy Hiller, por el contrario, levantan el tono interpretativo y dan siempre sensación de credibilidad. La película acaba haciéndose pesada y Brooks la termina con un final ciertamente esperpéntico.