El arte del insulto mexicano no tiene parangón, cuánta gracia y belleza, cómo saltan enjundiosas chispas del idioma castellano sometido a un proceso de condensación, gran decantación.
Pinche puto. Te vas a la verga.
Dos niñatos, tontos de baba, en la boca del lobo. Aprendiendo a vivir. Conociendo la realidad.
Mexico lindo unido contra el narcotráfico. El único problema es que está tan unido todo que resulta imposible separar lo malo de lo bueno, tanto va el cántaro a la fuente, es del mismo no de oro paño.
Corto cachondo que toca un tema eterno, o dos, rito iniciático más descenso a los infiernos, todo en uno, o de cómo para viajar al corazón de las tinieblas conradiano ya no hace falta irse al África negra del siglo diecinueve, ahora es más ecónomico, el progreso es lo que tiene, basta con cruzar un par de calles con tu carro guapo y topar por puritita casualidad con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, me temo que mexicano.
Muy brillante en cuanto a guion, tanto en la construcción de los diálogos como en lo medida que está cada palabra, situación o concepto, no tanto en el formato, se nota que no sobra el dinero y se resiente el posible impacto.
Los malos están muy bien, los buenos no tanto. O al revés.
En todo caso, es mucho el logro, bravo.