¿La Historia se repite eternamente? ¿Es centroeuropa, y sus aledaños, la madre de todas las guerras y las penas?
Con la excusa de la conmemoración del atentado que un joven ¿serbio-bosnio? cometió contra el archiduque Francisco Fernando y su esposa la duquesa Sofía Chotek, se nos muestran las diferentes consecuencias que sobre/a partir de ese hecho fueron reverberando a lo largo de los años durante todo el siglo veinte. Desde la primera guerra mundial hasta el conflicto de los balcanes en la década de los noventa. Casi cien años de fechorías ininterrumpidas. De una parte del imperio austrohúngaro a la Yugoslavia comunista y a la actual disgregación de países (Bosnia-Herzegovina, Serbia, Croacia, Macedonia, Montenegro y Eslovenia). Concretamente Sarajevo. La capital de la actual Bosnia y Herzegovina. Lugar donde tanto serbios como croatas experimentaron distintas formas de crimen y desde donde surgieron todo tipo de enfrentamientos. Una historia de violencia, pues. Una zona de tremenda complejidad. Dualidad histérica. Las dos caras de la verdad sobre cada acontecimiento. Eso dicen. Pero se quedan cortos.
A través de una serie de entrevistas, se tratan estos espinosos asuntos. De fondo la intrahistoria del hotel que acoge a los participantes de esta "celebración". Con una huelga a punto de estallar, una madre y una hija en apuros, un hombre enamorado, un director felón y un sótano ominoso.
Interesa más la parte reflexivo-histórica. Flojea en su aspecto hotelero. La relación entra las dos tramas no está bien hilada. Su posibilidad como espejo metafórico queda un poco forzada, mal construida.
Interesante, curiosa, intensa película. Pobre narrativamente (a pesar de sus elegantes planos secuencia), valiosa como leve reflejo de ese polvorín inextricable; imagen distorsionada, por feroz y terrible, pero bastante exacta de toda la historia de Europa; hervidero de intereses, miserias, razas, culturas y religiones que pocas veces han logrado entenderse.
¿Europa tiene sentido como unida y esperanza? Esta película diría más bien que no.