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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
6
Drama Año 1288. El reino de Portugal se ve asolado por las luchas entre el rey Dionis (Dionisio I) y su hermano don Alfonso. Con la boda de Dionis e Isabel, hija del rey Pedro III, convenida cuando ella era sólo una niña, surge la alianza entre Portugal y Aragón. En medio de las intrigas de los cortesanos, Isabel se refugia en la piedad, al tiempo que la mortifica el hecho de no haber podido dar un heredero a su marido, que tiene varios hijos ... [+]
13 de octubre de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sería mi orgullo si no fuera mi tormento. Rompo una lanza por la mesnada que no fuere atacada en la celada. Otrosí: más ganan las astucias que las guerras, que aun habiendo penas son menos necias las de la maña que las de la lanza.
Cómo no me va a gustar esta recreación histórica que hicieron Rafael Gil y cía por aquellos lejanos años cuarenta en lo tocante, Dios mediante, a la santa en cuestión y a todo lo referido a las intrigas palaciegas, los hijos malvados y las armas en guerra.
Delirio concentrado de pasiones tormentosas, iluminaciones prodigiosas y reinados alborotados. Caza de amor y Dios nuestro todopoderoso señor en la sagrada fiesta.
Portugal.
Lengua tersa, arcaizante, feliz; diálogos acerados y continuos requiebros con querido sabor a castellano antiguo, solera de siglos que le dan unción, densidad y tanta belleza.
La reina es cursi, negar tal indudable condición sería desdoro de mis muchas luces, demasiado buena y hacendosa, a un mal paso de caer en una pena negra y abandonada, la pobre, rodeada de hombres feroces, como cabrones en celo, la mayoría, y con poco consuelo más allá de la fe, pero su tránsito regio nos colma de favores y alegrías, nos hace disfrutar de corte milagrera llena de aventuras, suspense y furiosos arrebatos.
Curioso pedazo de cine clásico que no desmerece en la comparación con cualquier otra obra de parecido jaez o calado allende nuestras fronteras.
Ambrosía, néctar deleitoso, una junta de letras, lances y batallas bendecida por la pura luz blanca de Maruchi, nuestra señora, nuestra madre, por vos todo modo, la misma vida le ofrendo que a la oscuridad el buen Dios quiso arrebatar por un instante en su infinita misericordia.
Es su gloria eterna.
Ferdydurke
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