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España España · MADRID
Voto de ELZIETE:
7
Drama Urgida por la necesidad de dinero para cubrir sus cuantiosos gastos, una condesa vende unos pendientes que le regaló su marido, y a éste le dice que los ha extraviado. El joyero, indiscreto, le cuenta al conde lo sucedido, y le vende la joya que, tras distintos avatares, llegan a manos de un diplomático italiano. (FILMAFFINITY)
2 de septiembre de 2017
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si uno no hubiera visto ninguna de las películas de Ophuls esta sin lugar a dudas podría servir de ejemplo de su maestría como director, de su estilo fluido con la cámara dolly, amante de los objetos y los detalles y de su pasión por ese mundo centroeuropeo de principios del siglo XX. No por ello, a mi juicio, la mejor de su obra, de la que fue su penúltimo trabajo.

A las críticas iniciales que la consideraron una obra "menor" y a la posterior revisión por los gurús de Cahiers du Cinéma que la etiquetaron de obra maestra, me quedo con la virtud del término medio. A saber:

La cortedad de la novela en que se basa, de la novelista y poeta Louise de Vilmorín, amiga personal del director y cuya vida amorosa probablemente daba más juego que la novela en sí. Ophuls sacó petroleo del relato.

Los personajes de Vittorio de Sica y de Danielle Darrieux fueron diseñados en el guión pensando en ellos. A de Sica que admiraba a Ophuls y que había intentado ya trabajar con él anteriormente, el director alemán "se lo debía" y Darrieux, que por cierto acaba de cumplir 100 años, estaba en lo más alto de su fama y parece que fue condición indispensable por parte del director para realizar la película.

Sus alardes como director y la puesta en escena (magnifico vestuario) acaban por ser el protagonista principal de una historia que refleja, como la abundancia de espejos que utiliza, la vanidad efímera de sus protagonistas, la superficial, frívola y despreocupada sociedad en la que viven ajena a lo que se les viene encima y a la miseria exterior a su mundo privilegiado, palidamente reflejada en esos familiares abarrotados de niños. Una clase social de matrimonios de conveniencia donde las pasiones se ocultan bajo un manto de apariencias hipócritas, siempre lastradas por el freno de la moral. Sobre todo en las mujeres, carentes en general de una educación amplia, abocadas a ser "La señora de...", perdiendo su propia individualidad. A esto es a lo que entiendo se refiere el título y no a la intención de ocultar nombres que pudieran ser reconocibles, como se ha escrito abundantemente.

También discrepo sobre las "excelsas actuaciones" en este caso del trío protagonista, que me parecen algo sobrevaloradas dentro de su notable nivel. Dicen que Boyer andaba algo perdido ante las motivaciones que movían a su personaje y que Ophuls cansado de las preguntas del actor sobre ello acabó por responderle que estaba escrito así y punto. En cualquier caso me parece el personaje más interesante, capaz de mantener un equilibrio social donde los coqueteos de su mujer no dejan de ser un capricho permitido, un juego admisible en beneficio de su propio ego que solo se convierte en inadmisible cuando "su posesión" ya no le pertenece aunque siga encerrada en su jaula de oro.

Funciona el juego de los pendientes y el humor que entrevera una pasión algo tibia que no acaba de emocionarme lo suficiente más allá del análisis racional anteriormente expuesto. Todo ello desembocaba en un final cíclico donde los pendientes se convertían en herramienta del destino. Al final y después de haberlo rodado, Ophuls lo desechó y apostó por otro más arriesgado y abierto, con una coda final de, a mi juicio, dudosa efectividad.
ELZIETE
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