Para mi gusto personal, el único gran fallo que le veo a la serie es que se hace muy corta. Paul Rudd es posiblemente uno de los mejores actores cómicos americano de la actualidad y verlo por partida doble no es nada más que algo muy positivo. La historia de tener dobles o clones no es que sea algo muy original pero tal y como se enfoca en esta serie algo novedoso si que es convirtiendo un comedia negra en algo interesante de ver porque enmarca en cierta medida algunas ideas filosóficas del yo mismo. Una historia muy interesante que se plantea de buena manera centrándose en cada capítulo en un personaje concreto y que con cada capítulo, su interés aumenta. Pero su gran fallo a parte del mencionado anteriormente es que no ha alcanzado su techo, ya que podría haber dado mucho más por eso espero una segunda temporada.