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México México · México Distrito Federal
Voto de Coleccionista Visual:
7
Drama Ramón, un joven de una ranchería del norte del país, harto de cruzar la frontera de Estados Unidos y ser siempre detenido, decide buscar a la tía de un amigo en Alemania. Pero al llegar no encuentra a la tía. Sin dinero, sin papeles y sin hablar otro idioma más que el suyo, sobrevive en las calles hasta que conoce a Ruth, una solitaria enfermera jubilada, quien le ofrece apoyo. Utilizando el lenguaje universal de la solidaridad, ambos ... [+]
28 de agosto de 2014
10 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Martes 26 de agosto, 7:05 pm, Cinemex Ticoman. Si Jorge Ramírez logra pasar a la segunda semana de exhibición —hecho al cual debe someterse todo director mexicano al presentar su película en este momento—, "Guten Tag, Ramón" demuestra que la sociedad esta ávida de ese cine un tanto más amable, que aun con todas las disyuntivas que acontecen actualmente en este país, debe quedar latente esa búsqueda a través de la expresión fílmica que las encare. La inmigración es una de esas problemáticas con ese caos característico que los hechos reales pautan a los cineastas, no obstante este es un ejemplar que sin deslindarse de las consecuencias da otra tónica de lo que significa ser inmigrante.

Para romper con el recurrente acerca de inmigración mexicana y centroamericana como sueño, hoy el también guionista nos ubicará junto con Ramón en un país vagamente conocido pero lejano en todos los aspectos, donde la antagonista no será del todo la discriminación y la xenofobia, sino el desconocimiento de los idiomas para poder entablar la comunicación y en el que la confianza dará todo de sí para ese conecte entre el ajeno y los residentes.

Una comedia dramática social engalanada por el mexicano Kristyan Ferrer y la entrañable alemana Ingeborg Schöner; ambos que imposibilitados verbalmente empatan en expresión corporal para comunicar todo lo que contienen al verse aislados dadas sus circunstancias, cada uno ha encontrado ese alguien que da sustento –llámese laboral o afectivo–, pero que embonan frente a la cámara, cuando tienen nada en común.

En la producción fílmica mexicana no todo debe ser corrupción y violencia, aspectos que como lastre no invitan a entrar a la sala; trabajos como el presente son escasos y por fortuna se dan para conocer otros puntos de vista acerca de que lo áspero no tiene por qué ser recalcitrante.

El principal fallo radica en el cierre que le resta casi 4 puntos, hubiese sido idóneo dejarlo más abierto y evitar esa lotería que empañan todo el juego de convenciones construido.
Coleccionista Visual
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