Años 60. La joven Fauna Hodel (India Eisley), pertenece a la comunidad negra por adopción. Tras una discusión con su madre decide viajar a Los Ángeles para conocer a su familia biológica, blanca y adinerada. Sin embargo, una vez allí no encuentra a su abuelo, George, con quien había hablado por teléfono, ni a Tamar, su madre biológica. Además, se siente vigilada por un inquietante individuo.

La historia está basada en hechos reales y está producida por la verdadera Fauna Hodel. Al final de cada episodio se muestran fotografías de los personajes reales de la trama. Pero la serie no pretende ser un documental, sino un thriller, y en ese sentido, para crear emoción, se añaden numerosos elementos de ficción que no desentonan con los hechos conocidos.

Chris Pine, también productor ejecutivo, se reserva un papel ficticio, el del periodista Jay Singletary, un excombatiente de Corea que malvive con pequeños trabajos. El típico perdedor alcohólico y drogadicto, mil veces visto. También la madre de Fauna (Golden Brooks) es un personaje construido con trazo grueso.

En cambio, Jefferson Mays está muy bien en el papel del Doctor Hodel. En todas sus apariciones transmite todo el miedo que puede ocasionar la impunidad y el poder absoluto.

El drama familiar enlaza con el brutal asesinato de Elizabeth Short, más conocida como la “Dalia negra” y explota el contraste entra la inocencia de la chica protagonista y el peligroso y sórdido ambiente que se encuentra en la “ciudad de los sueños”.