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España España · Mexico
Voto de Alfie:
8
Western El veterano cazador de recompensas Morg Hickman (Henry Fonda) cabalga hasta una ciudad sin ley. El sheriff ha sido asesinado y su sustituto es un joven inexperto (Anthony Perkins). Cuando descubre que Morg antes que cazarrecompensas fue un agente de la ley, le pide que lo instruya. (FILMAFFINITY)
18 de junio de 2009
28 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si Ford fue inigualable en mostrar el entorno donde se movían sus personajes, con ese romanticismo y esa pulcritud que hacían de cada plano una obra de arte, Mann fue sin duda alguna el maestro a la hora de filmar a sus protagonistas. Su aires, sus miradas, sus actitudes, sus formas...su cámara fue capaz de elevar a mitos esos personajes encarnados por Stewart, Ford, Kennedy, Cooper, Cobb...Una larga lista de actores que hicieron del montar a caballo y de empuñar un revólver toda una demostración de clase y de poderío, de lírica y de respeto. En "The Tin Star" es Fonda. Un Fonda convicente en la interpretación y que se gusta ante la mirada astuta del maestro y ante un reparto que queda un poco por debajo de su carisma y calidad.

Fonda interpreta a Morgan Hickman, un cazarrecompensas que llega a un pueblo dominado por la demagogia típica de los que la dirigen, banqueros y empresarios, y de unos cuantos villanos que, además de ejercer como tales, incluyen el racismo hacia los indios como nota particular. Mientras Perkins dará vida a Ben Owens, un sheriff joven e inexperto que verá como su autoridad es ninguneada, teniendo que pedir ayuda a Morgan ante el descubrimiento de éste como antiguo comisario. A partir de aqui comienza una historia de aprendizaje, donde maestro y alumno irán avanzando tanto en el conocimiento mutuo como en el de las circustancias que les rodean. Cosa esta que aprovechará Mann para lanzar su mensaje y su crítica profunda a una sociedad hundida en el racismo y en una hipocresía que en su día hizo de Morgan lo que es hoy: un cazador de recompensas, renegado de su antigua profesión de marshall y desilusionado por los tiempos que le ha tocado vivir.

Ni que decir tiene que los diálogos son portentosos y llenos de fuerza, al contrario de lo que se afirma por ahí. Si en sus otros westerns Mann jugaba con los movimientos de sus personajes en esos paisajes infinitos aquí, y como ya hiciera en "El Hombre de Laramie", les deja hablar en unos discursos profundos y de mucho poso moral. Sobre todo Fonda. Porque Perkins se muestra inexperto, y no solo por el personaje que interpreta. Su actuación no da réplica y se muestra tímido y sin convicción alguna. Quizás sea lo único que desentona en un reparto que se completa perfectamente con dos villanos a la altura: Van Cleef y Neville Brand.

El buen final y el blanco y negro que siempre adereza con gusto cualquier western de personajes, completan lo que para mi es otro disfrute maravilloso y otra nueva experiencia gratificadora como supone sentarse a contemplar cualquier obra de ese genio que hizo de este género grande algo único e irrepetible. Chapeau maestro¡¡
Alfie
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