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España España · Mexico
Voto de Alfie:
5
Bélico Fin de la II Guerra Mundial, 1945. Los aliados realizan el último avance en territorio alemán, pero queda un puente, situado en un lugar estratégico sobre el Rhin, que todavía permanece en manos de los nazis. Los dos bandos tienen mucho que ganar: los alemanes, la vida de 50.000 soldados apostados en el lado equivocado del puente. los aliados: la aceleración del fin de la guerra, con el menor número posible de bajas. Aunque ambos ... [+]
2 de septiembre de 2011
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los años sesenta se filmaron una cantidad ingente de películas sobre la SGM; son batallón. De estas, la mayoría están al servicio del espectáculo promovido por los grandes estudios. A su vez, muchas de las citadas se acercan poco o muy poco a la realidad de los hechos, con una falta de credibilidad que lastran una y otra vez todas estas producciones. La conclusión es clara: en esta década, y salvo las aventuras bélicas de éxito e inspiración infinita tipo “La Gran Evasión” o “Los Doce del Patíbulo”, el cine sobre la SGM perdió calidad con respecto al realizado hasta ese momento y, evidentemente, queda muy lejos de lo que vendría después: Vietnam, sus obras maestras y el regalo de “sangre” ya más contemporáneo de Hanks, Spielberg y nuestra adorada HBO.

“El Puente de Remagen” intenta recrear uno de las últimas bocanadas de aire del Reich mientras su Wehrmacht se ahogaba en las orillas del Rin. La recreación del libro del demócrata de partido Ken Hechler quedó en las manos de John Guillermin, un experimentado en el cine de acción y aventuras ("El Coloso en Llamas", "Tarzán de la India"). La efectividad y solvencia del director con las escenas de bombo y platillo esconden una terrible falta de dinamismo dramático de una historia que avanza en lo artificioso pero que se hunde en lo esencial. Acostumbrados como estamos ya a recibir dosis casi mortales de relaciones soldadescas que bordean el límite de todo lo conocido –por otra parte, como debe ser; no hay nada más inhumano para el humano que la guerra-, el avance de la patrulla del noveno ejército en busca del puente de Luddendorf se convierte en un paseo soporífero que termina cuando se abre esa ventana en la colina y aparece el susodicho elemento arquitectónico, dando paso a un final que, esta vez sí, se llena de ritmo y entretenimiento.

Película que, como curiosidad, tiene el honor, deshonor, vergüenza o desvergüenza, como ustedes quieran, de ser una de las primeras superproducciones grabadas al otro lado del telón de acero, concretamente en Checoslovaquia, aquel gran país lleno de checos y eslovacos. Como siempre, para amantes del cine bélico  que quieran ver como los alemanes ponían pies en polvorosa hacia el corazón de los Nibelungos; también para comprobar que la guerra, cuando es dirigida por un político, se convierte en un auténtico despropósito; curiosamente, como todo lo demás.
Alfie
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