Western urbano sin pretensiones, realizado a mayor gloria de un Woody Harrelson, entonces de moda por su papel de camarero en Cheers y un emergente Kiefer Sutherland, con el enfrentamiento cultural entre los dos rudos vaqueros y los ciudadanos de la city como detonante de la acción, que pese a estar plagada de tópicos y saber que es un vehículo de lucimiento para loa anteriormente citados, se deja ver con agrado, haciéndote pasar un buen rato, insisto, siempre y cuando tengas claro lo anteriormente reseñado. Pues eso...