Arranca en Argelia en el año 1959, mostrándonos por primera vez a a Mesrine (Vincent Cassel) como uno de los integrantes de un grupo de militares franceses torturando a unos lugareños y pese a su cruel comportamiento, mostrándose contrariado con la situación.
A partir de aquí y hasta poco después de su fuga de un penal de máxima seguridad en Canada, se nos cuenta su regreso a la vida civil, el comienzo de su carrera criminal y la serie de hechos en los que se vio envuelto hasta que se hizo con el dudoso galardón de, el delincuente más buscado en Francia en las décadas 60 y 70.
Interesante biopic, a la vez que brutal, absorbente, poderoso y muy entretenido thriller, (al principio de la película se nos advierte, que aunque está basada en un personaje real, se han tomado sus licencias a la hora de adaptarla al cine), que nos hace avanzar por la trama de forma pausada y quizá algo elíptica a veces (en cierto modo lógico, dado el amplio espacio de tiempo y multitud de acontecimientos que cubre), acompañado con brutales y muy potentes visualmente, estallidos de violencia, con una magnifica fotografía y ambientación y una dirección alejada del thriller al uso, que en algunos momentos podría muy bien pasar por “Thriller de auteur”, recordándonos en ciertos aspectos a Camino a la perdición (el personaje que interpreta Gerard Depardeu tiene una cierta semejanza con el de Paul Newman en dicha película) , a los recios thrillers franceses de los 70 (códigos de los delincuentes) y si me apuran al “Vivir sin aliento” de Godard (modo de vida de la pareja de prófugos), más que a los émulos de Bonnie and Clyde, apelativo con el que los etiqueto la prensa (en plan Asesinos natos de Oliver Stone).
Vincent Cassel esta esplendido dotando de múltiples matices (amoroso marido y padre y en la escena siguiente salvaje maltratador de su esposa, entre otras contradicciones) al personaje de Mesrine, Gérard Depardieu en el papel del orondo y ladino mafioso Guido, sin despeinarse llena la pantalla cada vez que aparece, Elena Anaya como la española racial con la que se casa y tiene 2 hijos luce bastante bien y dejo para el final a Cécile De France (la Marie en Alta Tensión de Alexander Aja) que está francamente deliciosa como la dura compañera de fechorías, resultando brillante a la hora de repartir estopa.
Absolutamente recomendable, este mas que seguro taquillazo, a la par que buena película, a espera de visionar L'ennemi public n°1, la segunda parte del díptico que Jean-François Richet ha dedicado a esta historia.