Pero ¿esto qué es, aparte de un desastre de pies a cabeza?
Cuesta decidir qué es lo peor de una película tan desgraciada como London Fields (sus infinitos problemas legales no fueron sino un preludio más de lo que se avecinaba): si lo ridículos y horribles que están actores tan solventes como Jim Sturgess, Johnny Depp (en su caso está más acostumbrado al ridículo, todo sea dicho) o Theo James, la nula capacidad de Amber Heard para llevar una película así sobre sus espaldas, la horrenda puesta ene scena de Matthew Cullen, desgraciada por una igualmente espantosa fotografía, o el sinsentido que es todo. Imposible enterarse de nada en un argumento tan rocambolesco y tan bobo.
Sólo se salva el pobre Billy Bob Thornton, que al menos aporta algo de dignidad a una película que carece de la misma.
Más fea que pegarle a un padre. Huyan de ella.