Hermosa película de Brad Silberling sobre el compromiso en la pareja y la familia, y los secretos que subyacen en ambas realidades.
La cinta es interesante, es bonita, está bien hecha y se deja ver muy bien, pero en realidad no pasa de ser un elegante telefilme de sobremesa cargado de tópicos mil veces vistos. Son los actores los que lo elevan un poco de esa categoría de película de tarde. Dustin Hoffman y Susan Sarandon están, como casi siempre, estupendos. No es que tengan unos personajes maravillosos, pero son tan buenos que con poco que les den hacen una maravilla. Así pues, son los jóvenes Ellen Pompeo y sobre todo un excelso Jake Gyllenhaal (atención a su confesión en el juicio) los que más brillan, con una sinterpretaciones llenas de sinceridad y verdad.
Una película entretenida y con elementos suficientemente interesantes como para verla al menos una vez.

Lo mejor: Los actores.
Lo peor: No entusiasma, no emociona como podría haberlo hecho y no pasa de ser un apurado entretenimiento.