Qué curioso que Vox Lux y Quién te cantará se hayan estrenado en el mismo año. No porque realmente se parezcan el estilo de Carlos Vermut y el de Brady Corbet como directores, pero no deja de resultar curioso los muchos elementos temáticos que comparten ambas cintas y, sobre todo, la buscada oscuridad y "rareza" perturbadora de ciertas escenas (ver cuando las dos hermanas discuten y Celeste llama "retrasada" a Ellie).
Corbet, en su segunda película como director, compone un más que notable fresco sobre la fama y sus peligros, pero sobre todo acerca de la vacuidad de una existencia, la de Celeste Montgomery, una vida que va directa al desastre a pesar de su estatus de estrella de la música, una persona incapaz de tener una relación personal sana, enganchada a las drogas e incapaz de superar un pasado dramático. Corbet empaqueta todo esto en forma de documental, con esa voz en off maravillosa que ha grabado Willem Dafoe, y el resultado es, como decimos, muy interesante, por original y poco visto.
Por supuesto, Natalie Portman es una presencia arrolladora cuyo carisma y talento llena la pantalla cada vez que aparece, pero sería injusto olvidar a Stacy Martin y sobre todo Raffey Cassidy, que hacen dos interpretaciones poderosísimas y llenas de matices, sobre todo esta última, en su doble papel de Celeste adolescente y su hija Albertine.
Lástima que se le vaya la mano con la duración (el concierto es eterno y parece que sólo está ahí porque hay que dar sentido a que se haya contratado a la famosísima Sia para escribir las canciones) y que su final sea poco satisfactorio teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, en forma y fondo, pero aun así Vox Lux es una experiencia de lo más recomendable y gratamente sorprendente.

Lo mejor: Su tono de documental y las tres actrices protagonistas.
Lo peor: Le sobra metraje y le falta profundidad al final.