Western de serie B, pero esta vez competentemente realizada por el destajista Lesley Selander, del que he visto ya muchas películas, donde hay de todo.
En esta ocasión la realidad es que se pasa bien el rato por su dinamismo, su agilidad narrativa, su claridad expositiva y por otros positivos elementos como su corto metraje, no llega a los ochenta minutos con lo que no cansa nada, y los bonitos paisajes donde está rodado el film, como Simy Valley, California, EE.UU.
Los intérpretes, todo/as de segunda fila, lo hacen bien y el guión contiene valores como la lealtad, la justicia, el valor a la palabra dada...
Buenas pero pocas escenas de acción y un entretenimiento seguro dan valor a esta amena cinta.
¡Ah! Eso sí, de rigor histórico, nada de nada.

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