Última película de Mitchell Leisen y última película de la productora RKO, se trata de un remake de un film protagonizado por Ginger Rogers, " Tom, Dick y Harry". Un musical en el que una soñadora muchacha, tendrá que elegir entre tres pretendientes que encarnan, la estabilidad, el amor y el dinero.
Lamentablemente, la película resulta una tontería a día de hoy. Si, a pesar de su simplón argumento, hubieran creado momentos divertidos o con un tono de cierta ironía, es posible que la película hubiera ganado en calidad, pero me temo que la cinta se toma en serio a sí misma, lo que hace que, por momentos, me resulte ridícula.
Los momentos musicales tampoco son nada del otro mundo. Desde luego, nada que permanezca en el recuerdo de los aficionados al género.
Sólo cabe destacar, la magnífica voz que poseía Jane Powell ( Siete novias para siete hermanos), que siempre es un placer escuchar y quizá, la estética de la película, tan característica de aquella década con un magnífico uso del color.
En fin. Película sólo recomendable a los que buscan bucear a través de filmotecas escondidas.