Sin ser propiamente una película de terror al uso, suelen algunos incluir en sus listas de lo mejor del terror mexicano a "El escapulario". Y no los culpo, en verdad que es un gran film que deslumbra por su bella fotografía, una atmósfera opresiva y la experimental perspectiva de algún personaje que no vemos, pero nos guía. No es de terror, pero no deja de tener ese toque de fantasía tan característico de las leyendas mexicanas; nos conduce por un camino sobrenatural que, aunque se ha recorrido otras veces, no deja de ser original para su época.
Vale mucho la pena esta joya que es una de las tantas olvidadas del cine de antaño; contiene una escena magistral que no develaré para no estropear la trama, sin duda una de las mejores del cine mexicano en general. Al día de hoy cada vez que la veo (la escena referida) me produce una extraña sensación indescriptible; espero que a ustedes les suceda lo mismo al verla.