Secuela del "Silencio de los corderos"(o precuela mejor dicho, porque está ambientada antes que la historia original) muy repetitiva y abusando demasiado de la fórmula incial. Con la moda de las trilogías, se ve que por falta de buenas ideas, Anthony Hopkins vuelve al personaje que le hizo famoso con un guión mucho más flojo e insustancial. Una película prescindible que se quiere remitir a los orígenes de Hannibal Lecter. Como víctima de su apetito se encuentra un perdido Edward Norton que tendrá que luchar por cazar al caníbal. Para intentar ser más atroz que la original, la cinta incorpora a otro demente asesino, Ralph Fiennes, que nos dejárá las escenas más desagradable y sangrientas de los últimos tiempos. Película que se mueve entre la intriga y el terror pero que ni intriga ni asusta lo más mínimo. Eso sí, recomiendo no comer antes de verla.
spoiler:
Con la escena inicial ya se te revuelven las tripas. Es hannibal Lecter organizando una cena en su casa con gente de clase alta. Durante la cena charlan de un amigo desaparecido que resulta ser la comida que están ingeriendo esa noche. Lo demás ya es muy evidente; Hannibal ejerce su terror psicológico con el policía con lo investiga; y Ralph Phiennes cometiendo brutales asesinatos para intentar imitar a su ídolo el caníbal. El final ya lo conocen.