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Voto de El Mariscal:
8
18 de enero de 2022
55 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pasado, presente, futuro: con esta premisa tripartita se devienen los sucesos en esta idea excelentemente planteada y llevada a cabo y, esa premisa tripartita, unificada en su núcleo por una casa, por La Casa.
Es cuando menos irónico que un estilo "obsoleto" nos traiga una brisa de aire fresco entre tanta pedantería a punta de CGI con su seco, robótico y anodino expresar.
El stop-motion de este arte es exquisito (gracias al registro animado tan característico de lo británico) y en lo que a representación estética se refiere, no existen baches ni agujeros.
El humor negro y el sarcasmo corrosivo de delicada pluma que envuelve a la historia es destacable.
Lo obscuro y lúgubre de la existencia representados de tres maneras diferentes pero con el mismo propósito: la tensión, la incomodidad, la desazón.
Lo mejor: que es una obra que solidifica la alegoría, la cual por momentos se ablanda (sin disolverse) en un sutil surrealismo, para volver a sus formas y evitar el desánimo del que observa.
Lo peor: que al ser una animación en stop-motion pueda, en principio, ser reticente al espectador normalmente imbuido en la retórica de lo banal y de la ficción de pochoclo salado...
Es cuando menos irónico que un estilo "obsoleto" nos traiga una brisa de aire fresco entre tanta pedantería a punta de CGI con su seco, robótico y anodino expresar.
El stop-motion de este arte es exquisito (gracias al registro animado tan característico de lo británico) y en lo que a representación estética se refiere, no existen baches ni agujeros.
El humor negro y el sarcasmo corrosivo de delicada pluma que envuelve a la historia es destacable.
Lo obscuro y lúgubre de la existencia representados de tres maneras diferentes pero con el mismo propósito: la tensión, la incomodidad, la desazón.
Lo mejor: que es una obra que solidifica la alegoría, la cual por momentos se ablanda (sin disolverse) en un sutil surrealismo, para volver a sus formas y evitar el desánimo del que observa.
Lo peor: que al ser una animación en stop-motion pueda, en principio, ser reticente al espectador normalmente imbuido en la retórica de lo banal y de la ficción de pochoclo salado...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Una trama exacta, impecable y sin giros pelotudos: va al grano sin escalas y no aburre con interminables volteretas sin sentido pero, al mismo tiempo, sin desoír la importancia de la metáfora bien aplicada, del símbolo como substancia.
1) Lo peligroso y deshumanizante de firmar un acuerdo con el diablo en pos de escalar socialmente hacia el mismo averno, pagando el costo con la propia esencia que diluida en lo material, se presenta inclusive ridícula;
2) Las vicisitudes de la vida y cómo estas son causa de lo nauseabundo de la zoociedad en donde la usurpación no es únicamente material sino además identitaria, en beneficio de un colectivismo salvaje y repulsivo;
3) La testarudez de vivir estancado y arraigado al pasado y a expectativas imposibles, con el fin de sentirse realizado sin prestar atención a los mensajes externos que proponen un cambio, ambiguo, pero cambio al fin.
“Tres son los tiempos: presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras. Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y las percibo en ella.", San Agustín de Hipona.
1) Lo peligroso y deshumanizante de firmar un acuerdo con el diablo en pos de escalar socialmente hacia el mismo averno, pagando el costo con la propia esencia que diluida en lo material, se presenta inclusive ridícula;
2) Las vicisitudes de la vida y cómo estas son causa de lo nauseabundo de la zoociedad en donde la usurpación no es únicamente material sino además identitaria, en beneficio de un colectivismo salvaje y repulsivo;
3) La testarudez de vivir estancado y arraigado al pasado y a expectativas imposibles, con el fin de sentirse realizado sin prestar atención a los mensajes externos que proponen un cambio, ambiguo, pero cambio al fin.
“Tres son los tiempos: presente de las cosas pasadas, presente de las presentes y presente de las futuras. Porque estas tres presencias tienen algún ser en mi alma, y solamente las veo y las percibo en ella.", San Agustín de Hipona.