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Voto de Luis Guillermo Cardona:
9
Drama La famosa espía "La Chatte", que perdió a su marido a manos de los alemanes, es la cabeza de la resistencia en París que está bajo la represión de los nazis. (FILMAFFINITY)
8 de marzo de 2020
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En París, mientras pasaba las noches en el bar del hotel Embajador acompañada de periodistas estadounidenses, por su comportamiento sigiloso, sus ojos verdes escudriñadores y sus bien torneadas piernas, fue que a alguien se le ocurrió comparar a Mathilde Carré con una gata… y así seguirían refiriéndose a ella en los círculos donde se movía: La Chatte (La Gata).

Mathilde Lucie Belard, había nacido en Chateauroux, el 19 de febrero de 1910. Estudió Derecho en la Sorbona y a los veintitantos años se casó con el profesor, Maurice Carré –apellido que ella seguiría llevando por el resto de su vida-, pero esta experiencia la estaba hundiendo en la rutina, así que, aprovechando que con el estallido de la II Guerra Mundial su marido fue llamado a filas y embarcado para Siria, Mathilde regresó a Francia (vivía en Argelia) y se hospedó en un hotel parisino con muchas ganas de Vivir.

Convertida en enfermera voluntaria de la Cruz Roja, fue en esta labor muy apreciada… y entonces, conocería al aviador polaco, Roman Czerniawski, por el cual se sintió muy atraída, y éste le pediría su participación en una red de espionaje y resistencia (Interallié) que se estaba conformando.

En 1941, enterada la Abwehr de la existencia de la red franco-polaca, se llamó al sargento, Hugo Bleicher, para hacerlo cargo de las investigaciones y éste no tardó en comenzar a identificar a los miembros de la organización. Fue así como, Mathilde Carré, fue detenida y comenzó a delatar a los miembros de Interallié y, al retenerla en su casa para protegerla, Bleicher quedó prendado de ella y terminó convirtiéndola en su amante, además de “aliada de la causa alemana”... pero, cuando Mathilde conoció al oficial francés, Pierre de Vomecourt ("Lucas"), al tiempo que entrenaba a los miembros de La Resistencia, éste facilitó que, el SOE, la sacase cuanto sabía de la Abwehr… y luego la arrestaron, siendo liberada en el año 1954, habiéndose dedicado, desde entonces, a escribir varios libros en procura de limpiar su nombre.

Fue esta historia la que sirvió a, Jacques Rémy, para su novela, “La Gata” (1958), y él mismo, con la colaboración de Henri Decoin y Eugène Tucherer, la trasladó a guion para la película que dirigiera, Decoin, con mucha soltura y dando mucha más dignidad al personaje de la que, acaso, pudo tener.

Françoise Arnoul, una de las más sugerentes y encantadoras estrellas del cine francés de mitad del XX, nos ofrece una efectiva y muy cálida interpretación; y acompañada por, Bernhard Wicki (actor que se dedicaría luego a la dirección), nos aseguran una extraña y abrumadora, pero también posible, historia de amor. <<LA GATA>>, es de esa deliciosa suerte de película que nos quita cualquier gana de juzgar a los seres humanos, porque cuando se conocen las razones más íntimas, muchos “culpables” pueden llegar a parecernos inocentes.

Del diario de, Mathilde Carré, he extraído esta llamativa frase: “Soy feliz, me encuentro como en el cielo, y cumpliendo mi misión como los demás, velaré para que este cielo no sea vencido por el infierno".

Título para Latinoamérica: <<LA CARA DE LA GATA>> / OJOS DE GATA
Luis Guillermo Cardona
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