Al mismo hotel, en New York, donde se efectuará la Convención de Jefes de Correo (Postmasters), han llegado dos forasteros que jamás se habían visto entre ellos. Ella es una mujer de mediana edad, proveniente de Avalon, Ohio, y se llama Evie Jackson. Su soledad la compensa siendo amigable con todo el mundo y tratando de adivinar los nombres de los empleados del hotel - ¡aunque no atina ni uno! -, pero ella no se da por vencida… ¡está acostumbrada a tomar la delantera!

Por otro lado, al hotel llega también, Harry Mork, directivo de una imprenta de tarjetas de regalo, cuyos mensajes se sabe de memoria… y luce muy interesado en zafarse un buen tiempo de su esposa Phyllis. ¡Ya sabrán por qué! También él alcanza los cuarenta y tantos años, y es un hombre reservado y conservador, aunque no tan tímido como pareciera… ¡Ah!, ¡y no le gusta que otros decidan por él!

Lo que sucederá entre ellos, va a ser un gusto verlo porque está colmado de esa delicadeza, pudor y romanticismo, tan particular en las generaciones de la primera mitad del siglo XX y, para los ya mayorcitos, será como una suerte de regreso a aquellos años que casi ninguno quisiera olvidar.

El guion, escrito por Tad Mosel, basado en su propia historia, es un delicioso cúmulo de situaciones románticas, magníficamente complementadas con bellos temas de Henry Mancini (la canción, “Dear Heart”, sería nominada al Oscar y funciona aquí como una suerte de leitmotiv), y tampoco se harán esperar los buenos apuntes de humor que, en este caso, son un total acierto (la escena en la que Harry lleva a June al Hotel Continental o la despedida de la habitación de Evie son de antología).

Excelente director de actores, y con esa elección precisa que solía hacer de sus protagonistas, el director Delbert Mann, vuelve a lucirse con otro filme sobre el mundo de los adultos, eligiendo, esta vez, a Geraldine Page y a Glenn Ford, quienes se abonan otro de esos roles inolvidables.

Quizás por admiración a la serie televisiva, “Bewitched”, que, por entonces, andaba de moda, Mann se animó a contar con las dos actrices (Alice Pearce y Mary Wickes) que, en diferentes temporadas, interpretaron a la vecina fisgona de Samantha, haciendo aquí de invitadas a la convención.

Quienes hayan disfrutado con títulos de Mann como, “Marty”, “Separate Tables”, “The Dark at the Top of the Stairs” … pueden animarse a ver, <<QUERIDO CORAZÓN>>, con la seguridad de que tendrán de nuevo a un director sensible, capaz de ir hasta bien adentro del alma humana… ¡y así es como debe ser!

Título para Latinoamérica: <<CORAZÓN QUERIDO>>