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Voto de Natxo Borràs:
6
Acción. Aventuras Las aventuras de una peculiar banda de moteros que viajan por pequeños pueblos estadounidenses vestidos como si de caballeros de la Mesa Redonda se tratara. Allí donde paran, organizan fiestas medievales en las que la gente puede comer y beber, comprar artesanía y disfrutar de torneos a bordo de espectaculares motos. Su vestimenta no es lo único peculiar, sino sus reglas y estilo de vida, que procuran mantener según seguían los hombres ... [+]
24 de febrero de 2010
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
George A. Romero hizo un paréntesis con este largo y extendidísimo largometraje (se puede disfrutar en algunos países de una versión en DVD que alcanza casi dos horas y media) sobre un grupo de moteros que, inspirados en la leyenda artúrica, organizan una “tournée” motorizada a falta de caballos por los pueblos de Nueva Inglaterra . Amenizan su espectáculo con batallas de cartón piedra entre caballeros, música, baile y mercadillo atrayendo los domingueros locales y también a la policía que no les quitará el ojo si no reciben a cambio una buena tajada de sus beneficios. Pero solamente Billy, que representa al Rey de la Corte, es fiel a sus designios y parece vivir en otras épocas, cual Quijote Moderno. Su orgullo no enfría la envidia que le siente su contricante Morgan, alias Caballero Negro (Tom Savini) que se incrementa hasta provocar consecuencias que harán alterar al resto de motoristas galopantes con la llegada de Joe Bontempi (Martin Ferrero) un empresario artístico que les puede saciar la enorme cantidad de deudas y gastos con giras ambiciosas por las capitales más importantes.

Antes de realizar ese homenaje al cómic de terror que es “Creepshow” (1982) inspirado en relatos de Stephen King (que por cierto aparece entre el público dominguero al lado de su esposa Tabitha) y reiniciar así su filmografía de zombis hasta la fecha, el director de “Martin” (1976) se la jugó con la que ahora es todavía su película menos conocida y casi digna de un escaparate de films solamente para fans del motor de dos ruedas y el cine familiar de picnic y barbacoa. Sin embargo el film parece rendir tributo a esos grandes actores que son los especialistas a los que nunca apreciamos el rostro aprovechando los barridos de cámara.

Como curiosidad en el desenlace de otra película de Romero, “Zombi” (1978), un grupo de motoristas saqueadores comandados por Tom Savini (menos dramatizado que en “Knightriders” pero más ocupado por cortar cabezas en la calidad de efectista maquillador que es, y todavía no le han quitado la corona) se adueñaba de un centro comercial. “Los Caballeros de la Moto” puede resultar un posterior chiste largo y malo, en honor a esas secuencias. A la postre, una reunión de amiguetes de fin de semana en el campo dispuestos a pasarlo bien recordando otras batallitas.
Natxo Borràs
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