Cuando vas a ver una película de James Bond vas en busca de buena acción y entretenimiento sin grandes pretensiones, y eso esta película lo da, así que el aprobado lo tiene. Lo que me ha fallado es que las escenas de acción son demasiado mareantes para mi gusto, demasiados planos cortos muy rápidos que te descentran, y sin tanto encanto como, por ejemplo, la persecución por las grúas de Casino Royale. La historia tampoco tiene mucha miga, y los personajes tienen bastante poco carisma, como el malo o las chicas Bond (que eso sí, buenas están a más no poder, dios santo).

No es de las mejores películas de 007, pero como entretenimiento puro y duro sirve de sobra.

Un 6.