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Voto de TH3MAKS:
7
2018
Carlton Cuse (Creador), Graham Roland (Creador) ...
6.8
5,340
Serie de TV. Acción. Thriller
Serie de TV (2018-). 3 temporadas. 24 episodios. El Jack Ryan de Tom Clancy sigue a un prometedor analista de la CIA metido en una peligrosa misión por primera vez. Ryan descubre un patrón en la comunicación terrorista que le lanza al centro de una peligrosa maniobra con una nueva especie de terrorismo que amenaza con la destrucción global. (FILMAFFINITY)
Estreno de la cuarta 4T y última temporada: 30 junio 2023.
Estreno de la cuarta 4T y última temporada: 30 junio 2023.
22 de septiembre de 2018
31 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los thrillers de acción basados en el espionaje, la corrupción y el antiterrorismo irrumpieron con fuerza en la pantalla pequeña a comienzos de nuestro siglo con un gran precursor: 24. El infortunio de que se estrenara en noviembre de 2001 pudo ser clave para que despertara un nuevo interés entre el público. Jack Bauer se enfrentó, temporada a temporada, a una enrevesada trama capaz de complicar exponencialmente, minuto a minuto, el largo día de nuestro protagonista.
A diferencia de muchas otras propuestas, el homónimo Jack Ryan aporta frescor y actualidad al género, llevando al protagonista fetiche de Tom Clancy a explorar temas de mayor relevancia contemporánea. Nos habla de cuestiones como las crisis migratorias, la radicalización islamista o la despersonalización de quien dispara un misil a través de una pantalla como si de una tarea ofimática se tratase.
La serie hace un gran esfuerzo por humanizar y dar profundidad a sus personajes, tanto "buenos" como "malos". Sin embargo, pese a la clara apuesta y a la buena intención, comete el error de caer en una simplificación algo apresurada con tal de no excederse de los 8 episodios en los que se divide el metraje (presumiblemente por limitaciones del presupuesto). Afortunadamente, esta reubicación de recursos le permite brillar en muchos aspectos que harían sonrojarse al agente estrella de la UAT/CTU. Esto se traduce en la presencia de diversas localizaciones exóticas como telón, en una guion mucho más variado y condensado y en trepidantes secuencias que a menudo se asemejan a las desventuras de cierto agente del MI6.
Claramente no peca de contener relleno o de alargar subtramas de dudoso interés. Quizás más preocupantes son algunas incongruencias del propio guion, donde algunos acontecimientos se desencadenan de forma poco verosímil o a exclusiva conveniencia narrativa. La acumulación de semejantes situaciones acaba haciendo que ciertos acontecimientos sean excesivamente predecibles, incluso cuando el resultado es el opuesto a lo que sería más racional. Esto lo desgrano en mayor profundidad la sección de spoilers (solo T1).
De manera general, con sus más y sus menos, la serie garantiza el entretenimiento y es digna de ser un buen referente de su género. Resulta relativamente breve y no consigue acabar de dotar a sus protagonistas y antagonistas de la dimensión que pretende, pero el resultado sigue siendo notable. También resulta admirable que no se precise de una concatenación constante e incesante de secuencias de acción para mantener la intriga, la tensión y la atención del espectador. El reparto es correcto y Krasinski demuestra que sabe defenderse sobradamente más allá de la comedia.
Por desgracia, la segunda temporada no cumple con el estándar de calidad que estableció la primera. Esta vez cuenta con unos personajes extremadamente planos y dicotómicos, y se dibujan claras líneas divisorias entre el bien y el mal. Ahora todos los personajes son fácilmente reducibles a estas dos categorías para que el espectador no se tenga que molestar en pensar o reflexionar. El guion es claramente inferior y en ningún momento se respira tensión en el ambiente. Goza de más valor como producto propagandístico que cinematográfico, lo cual no quiere decir que tenga éxito en lo primero. Ya se demostró en la temporada del debut que sobra potencial y que hay que canalizarlo bien, pero no en referencia a la canalización de un retrete.
A diferencia de muchas otras propuestas, el homónimo Jack Ryan aporta frescor y actualidad al género, llevando al protagonista fetiche de Tom Clancy a explorar temas de mayor relevancia contemporánea. Nos habla de cuestiones como las crisis migratorias, la radicalización islamista o la despersonalización de quien dispara un misil a través de una pantalla como si de una tarea ofimática se tratase.
La serie hace un gran esfuerzo por humanizar y dar profundidad a sus personajes, tanto "buenos" como "malos". Sin embargo, pese a la clara apuesta y a la buena intención, comete el error de caer en una simplificación algo apresurada con tal de no excederse de los 8 episodios en los que se divide el metraje (presumiblemente por limitaciones del presupuesto). Afortunadamente, esta reubicación de recursos le permite brillar en muchos aspectos que harían sonrojarse al agente estrella de la UAT/CTU. Esto se traduce en la presencia de diversas localizaciones exóticas como telón, en una guion mucho más variado y condensado y en trepidantes secuencias que a menudo se asemejan a las desventuras de cierto agente del MI6.
Claramente no peca de contener relleno o de alargar subtramas de dudoso interés. Quizás más preocupantes son algunas incongruencias del propio guion, donde algunos acontecimientos se desencadenan de forma poco verosímil o a exclusiva conveniencia narrativa. La acumulación de semejantes situaciones acaba haciendo que ciertos acontecimientos sean excesivamente predecibles, incluso cuando el resultado es el opuesto a lo que sería más racional. Esto lo desgrano en mayor profundidad la sección de spoilers (solo T1).
De manera general, con sus más y sus menos, la serie garantiza el entretenimiento y es digna de ser un buen referente de su género. Resulta relativamente breve y no consigue acabar de dotar a sus protagonistas y antagonistas de la dimensión que pretende, pero el resultado sigue siendo notable. También resulta admirable que no se precise de una concatenación constante e incesante de secuencias de acción para mantener la intriga, la tensión y la atención del espectador. El reparto es correcto y Krasinski demuestra que sabe defenderse sobradamente más allá de la comedia.
Por desgracia, la segunda temporada no cumple con el estándar de calidad que estableció la primera. Esta vez cuenta con unos personajes extremadamente planos y dicotómicos, y se dibujan claras líneas divisorias entre el bien y el mal. Ahora todos los personajes son fácilmente reducibles a estas dos categorías para que el espectador no se tenga que molestar en pensar o reflexionar. El guion es claramente inferior y en ningún momento se respira tensión en el ambiente. Goza de más valor como producto propagandístico que cinematográfico, lo cual no quiere decir que tenga éxito en lo primero. Ya se demostró en la temporada del debut que sobra potencial y que hay que canalizarlo bien, pero no en referencia a la canalización de un retrete.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Entre las mayores incongruencias de la primera temporada (paso de comentar la segunda):
- Cuando el operador del dron decide desobedecer las órdenes de su superior inmediato y abre fuego para impartir "justicia instantánea" antes de recibir instrucciones de la cadena de mando, no sufre ningún tipo de consecuencia, simplemente le dicen que "ha tenido suerte" porque la decisión que llega después coincide casualmente con su juicio. Ha desobedecido órdenes directas y a eso se le llama insubordinación, pero no pasa absolutamente nada.
- Cuando la mujer del líder terrorista está viajando en un camión junto a sus hijas para escapar de su esposo, se detienen a hacer una parada de 15 minutos para ir al "baño". Durante esta parada, uno de sus secuaces las localiza y huyen corriendo, para al rato llegar a pie al lugar de destino del laaaargo viaje en camión, donde se encuentran las pateras. Esto no tiene ni pies ni cabeza, puesto que en teoría no saben dónde está este lugar (que se explicita que cambia constantemente). Deberían estar aún a horas o días de viaje en camión, y desde luego no deberían saber llegar al destino.
- El líder yihadista, pese a salir en todas las noticias internacionales reivindicando los atentados de París y Washington DC, decide que no hay ningún problema en pasearse a cara descubierta por aeropuertos americanos, donde su foto debería estar hasta de salvapantallas en los ordenadores de los funcionarios de aduanas. Del mismo modo, tampoco pasa nada por pasearse por el hospital más concurrido de la capital (envuelto en caos por su culpa) sin mayor dispositivo de ocultación que una gorra que aparece y desaparece según la secuencia.
- En el último acto deciden que el mejor lugar para estacionar el coche de huida es la puñetera puerta del hospital en el que se centra la acción, con uno de los integrantes de la célula y el hijo del líder de ésta. Por supuesto, cuando les identifican, todos los agentes parecen ignorar que el niño esté gritando y saludando con la mano. Tiene que llegar Jack Ryan para deducir que hacia donde mira es por donde se está escapando el susodicho. Muy conveniente.
- El líder terrorista decide personarse en el hospital del último acto para "dar ejemplo", poniéndose convenientemente al alcance de Jack Ryan para que éste predeciblemente le pueda meter un tiro entre pecho y espalda. También es muy conveniente que decida huir por la estación de metro, donde (otra vez) convenientemente no hay cobertura para poder activar el detonador.
- Muy conveniente para los guionistas resulta también que la nueva novia de Ryan resulte ser la mayor responsable nacional en epidemiología para que precisamente ella tenga que jugar su papel clave en toda esta crisis. Todo para montar un encuentro tópico e incómodo.
- Cuando el operador del dron decide desobedecer las órdenes de su superior inmediato y abre fuego para impartir "justicia instantánea" antes de recibir instrucciones de la cadena de mando, no sufre ningún tipo de consecuencia, simplemente le dicen que "ha tenido suerte" porque la decisión que llega después coincide casualmente con su juicio. Ha desobedecido órdenes directas y a eso se le llama insubordinación, pero no pasa absolutamente nada.
- Cuando la mujer del líder terrorista está viajando en un camión junto a sus hijas para escapar de su esposo, se detienen a hacer una parada de 15 minutos para ir al "baño". Durante esta parada, uno de sus secuaces las localiza y huyen corriendo, para al rato llegar a pie al lugar de destino del laaaargo viaje en camión, donde se encuentran las pateras. Esto no tiene ni pies ni cabeza, puesto que en teoría no saben dónde está este lugar (que se explicita que cambia constantemente). Deberían estar aún a horas o días de viaje en camión, y desde luego no deberían saber llegar al destino.
- El líder yihadista, pese a salir en todas las noticias internacionales reivindicando los atentados de París y Washington DC, decide que no hay ningún problema en pasearse a cara descubierta por aeropuertos americanos, donde su foto debería estar hasta de salvapantallas en los ordenadores de los funcionarios de aduanas. Del mismo modo, tampoco pasa nada por pasearse por el hospital más concurrido de la capital (envuelto en caos por su culpa) sin mayor dispositivo de ocultación que una gorra que aparece y desaparece según la secuencia.
- En el último acto deciden que el mejor lugar para estacionar el coche de huida es la puñetera puerta del hospital en el que se centra la acción, con uno de los integrantes de la célula y el hijo del líder de ésta. Por supuesto, cuando les identifican, todos los agentes parecen ignorar que el niño esté gritando y saludando con la mano. Tiene que llegar Jack Ryan para deducir que hacia donde mira es por donde se está escapando el susodicho. Muy conveniente.
- El líder terrorista decide personarse en el hospital del último acto para "dar ejemplo", poniéndose convenientemente al alcance de Jack Ryan para que éste predeciblemente le pueda meter un tiro entre pecho y espalda. También es muy conveniente que decida huir por la estación de metro, donde (otra vez) convenientemente no hay cobertura para poder activar el detonador.
- Muy conveniente para los guionistas resulta también que la nueva novia de Ryan resulte ser la mayor responsable nacional en epidemiología para que precisamente ella tenga que jugar su papel clave en toda esta crisis. Todo para montar un encuentro tópico e incómodo.