A diferencia de compañeros como Vircenguetorix, un servidor la vio en el cine con compañía regular en (mi) aburridísimo verano de 1990. Recuerdo que las pelis de las demás salas de la ciudad eran peores, y que éramos cuatro gatos en el local...

¿Qué decir? ¿Morbosilla? Pues sí, es lo que dice algún otro crítico: el argumento se presta. Eso de que te cepilles a la esposa de tu amigo, con él en el cuarto de al lado, genera morbo, sobre todo si está tan buena como la Erika Anderson.

[Por cierto, para morboso el tío que hizo el título en castellano. Original: "Zandalee". Traducción "Zandalee (en el límite del deseo)". Claro. Fijo que así iría más gente a verla. Seguro. HQJ.].

¿Entretenida? Pues no sé. El entretenimiento que pueda ofrecer un telefilme de sobremesa.

¿Buena película? No. Es que básicamente no me creo lo que se dice. “Ya. Pero eso pasa en la realidad”. Pues puede que sí, y puede que no. Desde luego esta peli no me convence de que sí. Y es que, por ejemplo,... (sigo en el spoiler)