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Voto de el feroz:
6
6 de marzo de 2021
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Otra de esas agradables adaptaciones cinematográficas que Disney hizo de libros de éxito, y que sin duda le supusieron una pingue provisión de beneficios.
Pollyanna es una adecuada película, basada en una novela de Eleanor H. Porter, que no descuida prácticamente nada del buen cine íntimo comercial (si cabe lo que es casi una contradicción, pero que aquí funciona medianamente bien)
Con adecuados colorines años 60, una sobria Jane Wyman, y la "pizpireta y feílla Hayley Mills, fetiche Disney, antes de que Kurt Russell Y Jodie Foster tomaran el relevo, David Swiift, ( director y guionista permanentemente aparcado en la comedieta meloso-infantil) presenta, una simpática anécdota de niña optimista y dulce (pero no canora, gracias al guión) que llegaría en su vital optimismo a dar nombre a un síndrome mental. Y de paso ofrece con bonita fotografía y adecuados, aunque algo sosos diálogos, un retrato suavemente ácido de la sociedad bienpensante americana de principios del siglo XX, a través de buenos secundarios (Adolphe Menjou Y Agnes moorehead, entre otros)
Simpática propuesta, que ha demostrado no demasiada resilencia al paso del tiempo, pero que aún se ve con agrado, para una tarde de domingo. A mí me vale....
Pollyanna es una adecuada película, basada en una novela de Eleanor H. Porter, que no descuida prácticamente nada del buen cine íntimo comercial (si cabe lo que es casi una contradicción, pero que aquí funciona medianamente bien)
Con adecuados colorines años 60, una sobria Jane Wyman, y la "pizpireta y feílla Hayley Mills, fetiche Disney, antes de que Kurt Russell Y Jodie Foster tomaran el relevo, David Swiift, ( director y guionista permanentemente aparcado en la comedieta meloso-infantil) presenta, una simpática anécdota de niña optimista y dulce (pero no canora, gracias al guión) que llegaría en su vital optimismo a dar nombre a un síndrome mental. Y de paso ofrece con bonita fotografía y adecuados, aunque algo sosos diálogos, un retrato suavemente ácido de la sociedad bienpensante americana de principios del siglo XX, a través de buenos secundarios (Adolphe Menjou Y Agnes moorehead, entre otros)
Simpática propuesta, que ha demostrado no demasiada resilencia al paso del tiempo, pero que aún se ve con agrado, para una tarde de domingo. A mí me vale....