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Voto de Pableras:
7
4.6
3,572
Serie de TV. Animación. Acción. Ciencia ficción. Infantil
Serie de TV (1994-1996). 3 temporadas. 40 episodios. La serie nos contaba la historia de un cuarteto de hermanos: John, Clint, Bobby y Coop, que buscando descubrir la verdad sobre la desaparición de su padre acababan en manos del villano de la historia, el Dr. Piranoid, que los muta en seres mitad humanos mitad tiburones para utilizarlos en sus maléficos planes. Pero como era de esperar, con sus recién adquiridas habilidades, los chicos ... [+]
25 de julio de 2008
27 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta panda de simpáticos tiburones antropomorfos se merecen un par de párrafos, viendo además la fría acogida que ha tenido en FilmAffinity.
Pues bien. No es una de esas series imperecederas y fundacionales, claves dentro de un género o una época determinados. Simplemente (y no era poco) fue una serie divertida para consumo infantil.
Me es imposible hablar de productos como el que nos ocupa de manera estrictamente objetiva, así que ahí va la primera persona del singular en todo su esplendor: a mí me molaba, la veía siempre que podía en televisión y, para colmo, creo que llegué a tener en mi poder uno de los muñecos que salieron a la venta a raíz de su emisión. Era del tiburón azul oscuro, y con él hice mucho el gamba. Fue durante un tiempo mi juguete predilecto, ése que lideraba los grupos de juguetes buenos (que luchaban contra los malos -algún malvado se solía redimir e, incluso, ¡¡llegúe a finalizar historias con los buenos y los malos haciendo las paces y de buen royo!!) y que siempre ganaba las batallas que hacía entre bichos, peluches y demás seres inertes (no sin antes sufrir, ¿eh? Pero para éso era yo el director de orquesta).
La verdad, la serie la tengo olvidada. El juguete fue el que me llegó, el que me fascinó, el que me tenía loco. Pero bien sé que pasé buenas mañanas en compañía de esta pandilla de post-modernos escualos, molones, gamberros, definitivamente 'cool'.
Una serie amena, ligera, guay. No hay que pedir más. A mí me gustaba, y el 4 de media me parece injusto. Pero bueno, qué se le va a hacer. No era una gran serie, pero alguien habrá que también la vió con su tazón de cereales en la mesa pasando la mañana.
PD: lamento el ratillo de retrospección emocional-nostálgica, pero lo quería. Seguro que no fui el único que hice esas cosas... o sí. Siempre fui un chico distinto.
Pues bien. No es una de esas series imperecederas y fundacionales, claves dentro de un género o una época determinados. Simplemente (y no era poco) fue una serie divertida para consumo infantil.
Me es imposible hablar de productos como el que nos ocupa de manera estrictamente objetiva, así que ahí va la primera persona del singular en todo su esplendor: a mí me molaba, la veía siempre que podía en televisión y, para colmo, creo que llegué a tener en mi poder uno de los muñecos que salieron a la venta a raíz de su emisión. Era del tiburón azul oscuro, y con él hice mucho el gamba. Fue durante un tiempo mi juguete predilecto, ése que lideraba los grupos de juguetes buenos (que luchaban contra los malos -algún malvado se solía redimir e, incluso, ¡¡llegúe a finalizar historias con los buenos y los malos haciendo las paces y de buen royo!!) y que siempre ganaba las batallas que hacía entre bichos, peluches y demás seres inertes (no sin antes sufrir, ¿eh? Pero para éso era yo el director de orquesta).
La verdad, la serie la tengo olvidada. El juguete fue el que me llegó, el que me fascinó, el que me tenía loco. Pero bien sé que pasé buenas mañanas en compañía de esta pandilla de post-modernos escualos, molones, gamberros, definitivamente 'cool'.
Una serie amena, ligera, guay. No hay que pedir más. A mí me gustaba, y el 4 de media me parece injusto. Pero bueno, qué se le va a hacer. No era una gran serie, pero alguien habrá que también la vió con su tazón de cereales en la mesa pasando la mañana.
PD: lamento el ratillo de retrospección emocional-nostálgica, pero lo quería. Seguro que no fui el único que hice esas cosas... o sí. Siempre fui un chico distinto.