Creo que es la primera impresión que saco tras ver el film. ¿cómo es posible que con actores de la talla de Freeman y Spacey, un tema interesante en el cine como es la corrupción policial, y una historia o argumento con jugo, se haya llegado a una película que se queda corta en todo, menos en violencia? Porque eso sí, la violencia es explícita en muchos momentos, pero le falta siempre el cariz dramático, y unos diálogos más inteligentes. Ni siquiera esos dos grandes actores bordan sus pequeños papeles y aceptan con entusiasmo que el peso de la película la lleven otros dos actores sin gancho en la actualidad.
La película, sí, trata sobre la corrupción en la policía en un hipotético futuro (que podría ser presente), pero sin profundizar en absoluto. Se queda muy a medio camino.