Copito de nieve, es una película totalmente dirigida al público infantil, es decir, esas personitas que no llegan al metro de altura, con una edad inferior a 8 años, que aún no distinguen el bien del mal y piensan que sus padres son los mejores del mundo.

Todas las demás que no se ajusten a esa definición, la película les parecerá algo horrible y que nunca se tendría que haber rodado, pero es lógico, ya que la diferencia estriba en la mentalidad y la concepción de idea que dan los años.

Si eres de las personas que opinan que le han dado “gato por libre”, deberías verla acompañado de un niño, y te fijarás donde tu ves chorradas y despropósitos, el niño ve un mundo fantástico, un viaje más allá de lo real, donde un animal puede hablar, puede expresar sentimientos y puede ser tu mejor amigo. Película entretenida y didáctica, algo que toda película infantil dirigida a esas personitas debe ir acompañada.

A las personitas, no les importa directores, ni actores, ni tecnologías, ni si concuerda con la realidad o no, solo les importa pasar un rato agradable en el cine, comiendo palomitas y disfrutando de la compañía de padres y hermanos y todo ello para crear recuerdos y vivencias.

Si eres de esas personas que no se la recomiendas a su hijo o de los que piensas que se merecen algo mejor, no quiero saber lo que le recomendarías entonces o simplemente me dais a entender que aún os falta tener una personita en vuestra vida o que no habéis visto mucho cine del género.

Hay razón cuando se dice que está muy lejos de las de Hollywood, pero he visto películas venidas desde el otro lado del océano, muchísimo peores y que han sido valoradas positivamente porque la dirección era un crack o el doblaje eran dos cracks, a veces la ignorancia de ver lo que tenemos antes nuestros ojos, nos obceca de tal forma, que perdimos de vista la autentica realidad.

En fin, la película es para verla con los niños, estos la disfrutaran, aprenderán y se divertirán. El adulto no tanto, pero viendo a su hijo feliz, al final acabará aceptándola.