Drama puro, sin excesos ni desvíos, donde lo que importa son los hechos y las vivencias, y no la pomposidad imaginativa del director o el mensaje propagandístico de un gobierno.

La película nos lleva a una provincia de China, Henan, en el año de 1942, que azotada por una sequía, junto a la guerra Chino-Japonesa, crea una hambruna que hace emigrar en un peregrinaje largo y duro en pleno invierno, a todo ciudadano, de aldea o pueblo, a Shaanxi. Todo visto a través de los ojos de el jefe de una familia, Fen, cruzándose en su deambular con personajes, desventuras y el hambre, y todo ello rodeado del clima político (mostrados simples momentos escuetos pero directos e importantes), pero todo sin excesos.

Hay qué resaltar que últimamente toda superproducción llegada de China llevaba implícito un mensaje propagandístico-político, y es que la imagen importaba mucho, pero esta vez, y aquí me quito el sombrero, Feng Xiaogang (director, Aftershock) ha transmitido un mensaje, unos hechos más exactamente, tal y como sucedieron o por lo menos, lo más cercanos a la novela de Zhenyun Liu, sin importar a quién dejaba mal o quien o quienes fueron los culpables. Incluso podría haber sido más dramático, pero como bien es sabido los excesos son malos, así que la crueldad que muestra, es en su justa medida y suficiente para el mensaje que desea transmitir, el hambre y la miseria de un pueblo dejado de la mano de Dios, de Ala o Buda, y sobré todo de sus protectores.

Dentro de las actuaciones, cabe destacar que al ser una producción China, la aparición en su reparto de dos nombres occidentales muy conocidos, como Tim Robbins, con un par de escenas, y Adrien Brody con un papel más extenso e importante, aunque no dejan de ser secundarios, su nombre en los créditos llama la atención, pero eso no quita importancia para las buenas actuaciones de varios conocidos como son Chen Daoming, Zhang Hanyu o el veterano Zhang Guoli, están al nivel de la película y eso se nota.

El resto de los aspectos son los correctos, de ahí que no se les pueda criticar negativamente, es más, están a la altura del metraje y de su mensaje.

En fin, he disfrutado viéndola (como cinéfilo), aunque drama como tal, me ha llegado hasta el corazón y un par de escenas han hecho mella en mi corazón, por eso la recomiendo y me quedo con una palabra al final de la misma, “Abuelo”, significado sólo comprensible si se ve entera.