Media votos
6.5
Votos
2,566
Críticas
265
Listas
43
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Pedro:
9
6.4
2,910
Drama
Paul Graff lleva una infancia tranquila en los suburbios neoyorquinos. Junto a Johnny, un compañero de clase excluido por su color de piel, se dedican a hacer travesuras. Paul cree contar con la protección de su madre, presidenta de la asociación de madres y padres de alumnos, y de su abuelo, con el que mantiene una muy buena relación. Pero, tras un incidente, es enviado a una escuela privada, cuyo consejo de administración cuenta con ... [+]
19 de noviembre de 2022
43 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película escrita y dirigida por James Gray, autor entre otras de la también conmovedora "Two Lovers", golpea hondo. En algunos momentos puede llegar incluso a incomodar por lo que vemos en pantalla. Sin embargo no es por imágenes desagradables o truculentas en sí o de violencia física explícita, pues apenas hay tan sólo una escena donde alguien pega a alguien, sino por otro tipo de violencia: la social, la de la propia realidad que conocemos de sobra y que envuelve las situaciones en que se mueven los personajes protagonistas.
"Armageddon Time", cuyo titulo alude metafóricamente a los tiempos de lucha entre el bien y el mal que narra el bíblico libro del Apocalipsis antes del fin de los días, cuenta una historia en la que salen adolescentes pero no es una película sobre la adolescencia ni sobre la infancia, sino sobre la condición humana, y cómo desde muy jóvenes los acontecimientos dramáticos hacen despertar hacia un mundo que no era como se pensaba, sino mucho más cruel. El tema es en realidad sobre la pérdida de la ingenuidad y de la inocencia, y sobre cómo eso moldea nuestros principios y nuestra forma de ser, en parte influenciados por quienes nos rodean, en parte por nosotros mismos.
Gray es muy buen director de actores y aquí se lo ponen bastante fácil, especialmente los cinco principales en la trama. El adolescente Paul Graff es el personaje central sobre el que gira todo lo que se nos cuenta y está interpretado por un muy joven y expresivo actor, Michael Banks Repeta, que tras unos pocos papeles secundarios en series de TV y cine obtiene aquí su primer papel protagonista que resuelve con nota y apuntando a un futuro prometedor. El otro adolescente que le da la réplica de modo muy bien interiorizado lo interpreta el debutante Jaylin Webb. Brillan con luz propia en dos interpretaciones muy realistas y entre lo mejor de sus carreras los más que conocidos y oscarizados Anthony Hopkins y Anne Hathaway, respectivamente el abuelo y madre de Paul, así como Jeremy Strong (conocido y premiado por la serie Succession) en el papel intenso y lleno de matices muy bien expresados del padre de Paul.
El trasfondo político, en cuanto que se relaciona con el social, es bastante obvio, y aunque nadie sale del todo muy bien parado al respecto, hay una esperanza aún encendida que queda ahí. Una esperanza que desde esta historia que sucede en 1980, en cierto modo, como recuerda el personaje del abuelo, es sobre algo que siempre ha estado ahí; y como podemos apreciar los espectadores de la película, está hoy también aquí. Pareciera que estamos en ese tiempo que alude el título, y de nosotros como del joven Paul Graff, tengamos la edad que tengamos, depende no rendirse.
"Armageddon Time", cuyo titulo alude metafóricamente a los tiempos de lucha entre el bien y el mal que narra el bíblico libro del Apocalipsis antes del fin de los días, cuenta una historia en la que salen adolescentes pero no es una película sobre la adolescencia ni sobre la infancia, sino sobre la condición humana, y cómo desde muy jóvenes los acontecimientos dramáticos hacen despertar hacia un mundo que no era como se pensaba, sino mucho más cruel. El tema es en realidad sobre la pérdida de la ingenuidad y de la inocencia, y sobre cómo eso moldea nuestros principios y nuestra forma de ser, en parte influenciados por quienes nos rodean, en parte por nosotros mismos.
Gray es muy buen director de actores y aquí se lo ponen bastante fácil, especialmente los cinco principales en la trama. El adolescente Paul Graff es el personaje central sobre el que gira todo lo que se nos cuenta y está interpretado por un muy joven y expresivo actor, Michael Banks Repeta, que tras unos pocos papeles secundarios en series de TV y cine obtiene aquí su primer papel protagonista que resuelve con nota y apuntando a un futuro prometedor. El otro adolescente que le da la réplica de modo muy bien interiorizado lo interpreta el debutante Jaylin Webb. Brillan con luz propia en dos interpretaciones muy realistas y entre lo mejor de sus carreras los más que conocidos y oscarizados Anthony Hopkins y Anne Hathaway, respectivamente el abuelo y madre de Paul, así como Jeremy Strong (conocido y premiado por la serie Succession) en el papel intenso y lleno de matices muy bien expresados del padre de Paul.
El trasfondo político, en cuanto que se relaciona con el social, es bastante obvio, y aunque nadie sale del todo muy bien parado al respecto, hay una esperanza aún encendida que queda ahí. Una esperanza que desde esta historia que sucede en 1980, en cierto modo, como recuerda el personaje del abuelo, es sobre algo que siempre ha estado ahí; y como podemos apreciar los espectadores de la película, está hoy también aquí. Pareciera que estamos en ese tiempo que alude el título, y de nosotros como del joven Paul Graff, tengamos la edad que tengamos, depende no rendirse.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La película muestra los contrastes de la adolescencia del mismo modo que puede suceder a todos en general al salir de la ingenuidad de la infancia al mundo que empieza a enseñarnos cómo es mientras enfrentamos con nuestros padres la visión de las cosas. En este caso hay un pasado dramático en el cual el mundo de la familia materna de Paul viene de un origen judío de emigrantes que llegaron a Estados Unidos tras una historia de discriminaciones, persecuciones y sufrimientos para escapar y salir adelante, hasta que lograron pertenecer a una clase más acomodada que ahora luchan por conservar y en la que quieren que sus descendientes consigan triunfar por encima incluso de ellos. Por eso quieren que los hijos estudien en la universidad, que tengan una buena profesión y vayan a los mejores colegios.
Paul que es algo rebelde y tiene grandes discusiones con sus padres, y especialmente con su padre que no duda en pegarle si lo cree necesario, gracias al gran cariño que le une a su abuelo y a lo que éste le cuenta, entiende muchas de esas cosas, pero aún así se encuentra con situaciones entre lo que quiere su familia para él y sus sueños muy diferentes a todo eso. En el camino se da cuenta de la sociedad injusta y competitiva en que vivimos, donde unos ganan y otros pierden, siendo los que pierden muchas veces los discriminados, como lo es por una sociedad racista su amigo de color y también adolescente Johnny.
Cuando haciendo un esfuerzo económico sus padres le obligan a cambiar del colegio público a uno privado de élite que es frecuentado también por estudiantes de familias pudientes conservadoras, descubre ese contraste social de modo más acusado entre las élites y los que como su amigo Johnny parecen destinados a la exclusión. Ahí tiene que debatirse entre hacer la vista gorda, seguir a los demás y por no desentonar aceptar las muestras de racismo, o intentar hacer algo. Es su abuelo quien poco antes de morir enfermo le da la clave dándole a entender que el que tenga una educación que le de oportunidades que otros no tienen no significa que deba permanecer impasible contra las injusticias sino luchar contra ellas precisamente por eso.
Las escenas que pueden incomodar en la película son algunas de las cosas que hace Paul para desatar la bronca y castigos de sus padres, especialmente cuando propone a Johnny los planes para robar el ordenador del colegio y fugarse juntos a otro Estado. No obstante, esa parte de la película y cómo termina todo eso llevando al desenlace es uno de los puntos más fuertes y emotivos de la cinta.
Paul y Johnny acaban en comisaría arrestados, y aunque Paul reconoce ante la policía que la idea de todo fue suya, las circunstancias de que acude su padre a comisaría mientras Johnny no tiene a nadie y además es de una raza tradicionalmente discriminada, hacen que él se libre y nadie sepa lo que ha hecho, mientras que Johnny irá al reformatorio.
La conversación de Paul con su padre tras esto es realmente sobrecogedora, uno de los mejores diálogos de la cinta. Ahí vemos los matices de ese padre severo y que no dudaba en maltratar a su hijo, al mismo tiempo de al hombre que reconoce la injusticia pero se ha rendido y lo único que quiere es que no le toque esa injusticia ni a él ni a su familia. Lo mismo sucede al resto de familia... Es decir, saben que el mundo es injusto pero se han rendido en cambiarlo, y buscan estar arriba y no ser de los que caen. Excepto el espíritu del abuelo, que había sido combativo y eso había aconsejado a Paul.
Recordando el último consejo en que su abuelo por la injusticia de lo de Johnny le dijo que no se rindiese, en la fiesta del colegio de élite, se da cuenta por lo que escucha que no es donde debe estar y en el último plano de un final abierto se le ve salir y alejarse antes del fundido a negro. Un final abierto que posiblemente sirve también para los tiempos de incertidumbre que hoy vivimos en el mundo.
Paul que es algo rebelde y tiene grandes discusiones con sus padres, y especialmente con su padre que no duda en pegarle si lo cree necesario, gracias al gran cariño que le une a su abuelo y a lo que éste le cuenta, entiende muchas de esas cosas, pero aún así se encuentra con situaciones entre lo que quiere su familia para él y sus sueños muy diferentes a todo eso. En el camino se da cuenta de la sociedad injusta y competitiva en que vivimos, donde unos ganan y otros pierden, siendo los que pierden muchas veces los discriminados, como lo es por una sociedad racista su amigo de color y también adolescente Johnny.
Cuando haciendo un esfuerzo económico sus padres le obligan a cambiar del colegio público a uno privado de élite que es frecuentado también por estudiantes de familias pudientes conservadoras, descubre ese contraste social de modo más acusado entre las élites y los que como su amigo Johnny parecen destinados a la exclusión. Ahí tiene que debatirse entre hacer la vista gorda, seguir a los demás y por no desentonar aceptar las muestras de racismo, o intentar hacer algo. Es su abuelo quien poco antes de morir enfermo le da la clave dándole a entender que el que tenga una educación que le de oportunidades que otros no tienen no significa que deba permanecer impasible contra las injusticias sino luchar contra ellas precisamente por eso.
Las escenas que pueden incomodar en la película son algunas de las cosas que hace Paul para desatar la bronca y castigos de sus padres, especialmente cuando propone a Johnny los planes para robar el ordenador del colegio y fugarse juntos a otro Estado. No obstante, esa parte de la película y cómo termina todo eso llevando al desenlace es uno de los puntos más fuertes y emotivos de la cinta.
Paul y Johnny acaban en comisaría arrestados, y aunque Paul reconoce ante la policía que la idea de todo fue suya, las circunstancias de que acude su padre a comisaría mientras Johnny no tiene a nadie y además es de una raza tradicionalmente discriminada, hacen que él se libre y nadie sepa lo que ha hecho, mientras que Johnny irá al reformatorio.
La conversación de Paul con su padre tras esto es realmente sobrecogedora, uno de los mejores diálogos de la cinta. Ahí vemos los matices de ese padre severo y que no dudaba en maltratar a su hijo, al mismo tiempo de al hombre que reconoce la injusticia pero se ha rendido y lo único que quiere es que no le toque esa injusticia ni a él ni a su familia. Lo mismo sucede al resto de familia... Es decir, saben que el mundo es injusto pero se han rendido en cambiarlo, y buscan estar arriba y no ser de los que caen. Excepto el espíritu del abuelo, que había sido combativo y eso había aconsejado a Paul.
Recordando el último consejo en que su abuelo por la injusticia de lo de Johnny le dijo que no se rindiese, en la fiesta del colegio de élite, se da cuenta por lo que escucha que no es donde debe estar y en el último plano de un final abierto se le ve salir y alejarse antes del fundido a negro. Un final abierto que posiblemente sirve también para los tiempos de incertidumbre que hoy vivimos en el mundo.