Siempre he entendido que la vida está lleno de momentos y esos hay que vivirlos cuando correspondan, ni antes, ni después. Lo cierto es que no entiendo la finalidad de este film, 16 años después de los acontecimientos terroristas del 11 de septiembre. Es la historia del fatídico día, vivido por cinco personas que se quedan atrapadas en uno de los ascensores. ¿De verdad había necesidad de hacer esto? ¿Para qué?

Ese día murieron miles de personas, algunas ante tal situación, optaron por suicidarse lanzándose al vacío desde las ventanas de los edificios, otros quedaron atrapados en diferentes sitios de los edificios, muchos murieron ipso facto en el momento de las colisiones de los edificios. Y esos bomberos que murieron como héroes, después de intentar hacer su trabajo en unas condiciones muy negativas. Subir 90 pisos o más, cargados de equipos de más de 50 kilos, sabiendo que las posibilidades eran mínimas, los convierte en más que héroes.

Y me vienes con esta historia absurda y oportunista. Madre de Dios. Creo que Charlie Sheen, Luis Guzmán o Whoopi Goldberg, merecen trabajar en un producto de mayor calidad.