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Voto de jastarloa:
8
Drama Philip M. Santore es secuestrado junto a dos personalidades: un cónsul y un agregado diplomático. ¿Quién es ese hombre, "experto en comunicaciones", que ha trabajado en varios países de Iberoamérica, en los que poco después se han producido rebeliones que han llevado al poder a militares extremistas? (FILMAFFINITY)
19 de febrero de 2006
43 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cinematográficamente hablando, creo que empezar por el final es un fallo, pues se está contando una historia poco conocida y de esta manera no se aprovecha nada la angustiosa incertidumbre del "sí" o "no" en la finalmente aburrida escena del autobús. En el loable empeño por analizar documentalmente los recovecos del suceso, se hacen aceleradas referencias a personajes implicados y situaciones que podrían haberse ahorrado.

Por otra parte, sigo viendo que una gran parte de vosotros prefiere radicalizar sus tendencias políticas y justificar según qué terrorismos.
Jamás fue la intención de Gavras en ninguna de sus películas defender idea política alguna, aunque como recurso cinematográfico sea inevitable tomar partido por algún bando. El hecho de que la Grecia monárquica de posguerra le negara el acceso a la Universidad debido a la acusación que pesaba sobre su padre comunista por haber participado en el EAM, unido a la indudable manipulación periodística de sus entrevistas, ayudan a que muchos confundan aún más sus mensajes.
Lo que él denuncia son INJUSTICIAS, vengan de donde vengan (en este caso, yanquis). Según sus propias palabras (que está harto de repetir), lo que realmente él defiende es la dignidad del hombre: "Porque todos, alguna vez, se han sentido maniatados, privados de su libertad y castigados. Y todo hombre, para vivir, necesita justicia y libertad. Ésas son cosas que no se pueden exigir, ni pedir, ni mendigar; deberían existir automáticamente, naturalmente". Por eso Kostas nunca defenderá a los terroristas, porque también ellos privan de ellas a sus víctimas, y a sus familias. Ya dejó claro en su película "La confesión" que no defiende las injusticias también cometidas por los regímenes comunistas; y eso molestó a muchos de los que le habían convertido, por propio interés, en una especie de defensor rojo.
jastarloa
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